Escenarios Eren Jaeger x lectora

Desolación, Sexo Y Perversión (+18)

Fue el funeral más tétrico que recuerdo.
El llanto que no salía de los presentes era peor que ver a los que lloraban, enterrar el cadáver de Mikasa justo cumpliéndose 1 mes de enterrar a la señora Carla, fue algo desesperante.

Eren tenía que decirle adiós a su amada después de un mes de decirle adiós a su madre, había perdido sus dos grandes amores en la vida, estaba destruido.
Después de unas semanas no se le vio afuera, estaba deprimido no era para menos, quería hacer algo para animarlo ya que incluso Armin no sabía como darle ánimos.

Su padre, el señor Grisha quien se refugió en el trabajo no estaba en su casa, toqué varias veces pero nadie me atendió. La puerta estaba abierta, tomé el atrevimiento de entrar, como si de mi propia casa se tratara subí las escaleras rumbo al cuarto de Eren. Pasando por su cuarto pasé por el de Mikasa, estaba con la puerta media junta, del cuarto salía un ligero humo, me asomé ligeramente visualizando a un individuo dentro del mismo.

Vi a Eren sentado en el piso fumando Hierba.
Entré preocupada, me agaché hasta su altura preocupada:

-Eren, ¿Qué haces?

-...

Me ignoró por completo, sus ojos estaban perdidos en otro mundo mientras continuaba con su acción.
Harta le rebaté de su mano el cigarrillo de marihuana captando su atención.

-¡¿Qué diablos quieres?! ¡¿No ves que estoy ocupado?!

-¡Veo que te estás destruyendo! Eren...este no eres tú.

-Tú que sabes...

-Eren...(suspiré en derrota) Hablé con Armin, está preocupado por tu situación.

-....

-Sé que es difícil, pero Eren...

-Cierra tu maldita boca (...). ¿A qué vienes? ¿Aprovecharte de la situación?

-¿Qué?

-Recuerdo perfectamente lo que dijo Jean aquel último día cuando estuvimos de vacaciones en la playa...dijo que yo te gustaba.

-...

-Desde ese día tu relación con Mikasa se deterioró por completo.

-No es cierto.

-¿Ah no?

Eren se puso de pie acorralándome en la pared. Me miraba fijamente, sus labios se acercaban lentamente hasta mi cuello, tenerlo cerca me hacía perder los sentidos.

-Mira como te pones...

Lo empujé alejándolo de mí con vergüenza, me sentí humillada.
Las palabras de Jean no eran mentiras aquel día. Eren me gustaba pero no era una desgraciada. Consciente de su relación con Mikasa suprimí cualquier sentimiento e intenté llevar una vida como su amiga. Yo jamás haría nada para lastimarlos y tampoco quería aprovecharme del dolor de Eren por la pérdida de Mikasa y su madre.
Yo solo quería animarlo porque me dolía verlo así, terminé sintiéndome muy mal. Yo sabía que él estaba pasando por un mal momento, sin embargo eso no le daba derecho a tratarme de esa manera.

Salí de inmediato de esa casa con los ánimos por el suelo. Antes de entrar a mi casa miré hacia mi derecha, mi vecina Yelena estaba parada fuera de su casa y me miraba.
No lo pensé dos veces y fui hacia su casa, buscando consuelo en ella y su novia lesbiana Nanaba, no era la primera vez que pasaba, era una de tantas aquellas veces que me servían de consuelo ante mi tristeza.

La tarde del jueves fui a la universidad a mi clase, impartida por el padre de Eren, Grisha era increíble como mantenía la compostura y su profesionalismo, nos dejó ir más temprano porque tenía que ir a ver un paciente, yo quitándole más tiempo lo detuve para hablarle de Eren.