Escenarios Eren Jaeger x lectora

Cuando eres la amante

Pueden decir lo que quieran, que soy una puta, una desvergonzada, que no tengo consideración o que no tengo dignidad, no me importa en absoluto ¿Desde cuando se come con la opinión de las personas?
Bueno...los críticos reciben dinero por dar su opinión, pero a los chismosos nadie les paga y aún así ahí están, pero no importa, yo me la gozo como sea.

Nos conocimos en un supermercado, me faltaba algo de dinero y él quien estaba en turno justo detrás de mi me hizo el favor y pagó, me sentí agradecida y avergonzada.

Era una joven de 21 años, culminando sus estudios universitarios y sin trabajo, apenas mantenida, una carga familiar pero a mi padre no le molestaba en absoluto o eso se esforzaba en demostrarme pero seamos claros, todo el mundo busca su independencia, pero ¿Cómo conseguir un empleo? No es tan fácil, esta es la realidad, te exigen años de experiencia y que seas joven, ¿Cómo diablos voy adquirir experiencia si tan siquiera me dan la oportunidad?

Cuando ocurrió lo del supermercado fantaseé con él, era joven y atractivo, con porte y una mirada algo atrevida pero fría y seria.
Siempre me sorprendía que muchas veces hombres desconocidos hacían cosas por ti sin esperar nada solo por ser mujer, pero no me quejaba.

Vivía justo al lado del supermercado Reiss, vivía sola en un apartamento pequeño en la Ciudad Universitaria, mientras mis padres como podían me mandaban algo de dinero desde el campo, me esforzaba siempre por cumplir pero odiaba ser una carga para ellos.
Mi vida no tenia nada de interesante hasta que me encontré con el hombre de ojos verdes en el supermercado, solo fue un encuentro casual, una persona que te hace un favor y que a lo mejor jamás vuelvan a coincidir, pero si coincidimos nuevamente.
Todos los viernes el hermoso joven de ojos verdes iba aquel supermercado de compras y no era simple casualidad que siempre nos encontráramos, entonces empezamos a salir.

-Es un hermoso día hoy, ¿No crees, Eren?
-Querrás decir noche.
-Jaja, si...noche.
-(...)...
-Dime
-¿Me quieres?
-¿Ah? ¿Qué pregunta es esa?
-Una muy simple...
-Pues...si...si no no estaría aquí contigo.
-Entonces...debo decirte algo.

Eren me miró de frente y serio.
-¿Qué cosa?
-Estoy casado.
-¿Qué?
-Así es...tengo 2 años de matrimonio...no te voy a decir mentiras, yo no voy a dejar a mi esposa, porque la amo pero lamentablemente no me complace, es por eso que quiero que seas mi amante. Voy a darte todo lo que necesitas, el dinero no te faltará, pero es todo ¿Aceptas?

¡Ay si! ten dignidad (...), abofetéalo y dile que no quieres volverlo a ver, que mereces mucho más y vete con la frente en alto.
¿Serás pendeja? Desde que salí de aquel campo jamás en mi vida había encontrado un hombre como ese, todos los chicos, absolutamente todos los chicos con los que me he topado siempre buscan sexo y hay una probabilidad de 85% que terminen engañándote.
Entonces...ser la amante de un hombre que te da dinero y buen sexo o...esperar a que llegue el príncipe azul.
La respuesta era clara...necesitaba dinero y también sexo. Pero no le dije de inmediato, salí de aquel lugar turístico con las estrellas asechándome y sin decirle una palabra, él tampoco me dijo nada, seguro estaría esperándome.
Mi madre estaría avergonzada y pobre de la señora de Jaeger...que un hombre te ame pero que no sea capaz de sentir placer contigo debe de ser algo frustrante.

5:45 Pm, lo estaba esperando. Me recosté en aquella cama y suspiré derrotada hasta que escuché la puerta abrirse.

-Lamento la demora, el tráfico estuvo terrible.
-Oh...me imagino.

Eren se quitó el abrigo y se acomodó en aquel lugar.
-Lamento que tengas que venir a lugares como este, pero pronto te compraré un nuevo apartamento donde podamos vernos sin tantos líos.
-A mi no me molesta en absoluto...
-No seas modesta, déjame complacerte, te lo mereces.

¡Ah que soy una puta! Una prostituta, si...esto sin duda puede ser considerado prostitución pero con un único cliente que me gustaba.

Estaba sentada en la cama con un ligero semblante de timidez, estaba dudando todavía...
Eren se sentó a mi lado y empezó acariciar mi cabello.
-¿Qué ocurre?
-No lo se...es que a veces lo pienso y no me siento muy bien haciendo esto.

Eren suspiró profundo.
-¿Quieres que terminemos ?
-Yo...no lo se.

Eren me miró con ternura, y empezó a besar mi cara con delicadeza mientras me mantenía en un abrazo profundo.
-(...) yo siento cosas por ti...pero no voy a dejar a mi esposa y lo sabes.
-No te pido que lo hagas...solo creo que esa mujer no se merece esto, que tú le hagas esto.
-Supongo que tienes razón, pero eso a ti no te importa.

Suspiré profundo y me puse de pie.
-Es que no quiero seguir siendo un objeto, Eren... yo se que las pasamos bien juntos y he perdido mi dignidad y no voy a recuperarla ahora pero sabes yo quiero un novio que me presente a su familia, que podamos salir sin restricciones y podamos vernos sin problema...te pido perdón y mas perdón a tu esposa pero no puedo seguir con esto.
-Todos los hombres buscan sexo (...) y muchos no te darán nada a cambio...yo te doy dinero al menos y te trato bien.
-Pero no quiero seguir sintiéndome así Eren, creo que mejor me voy.

Antes de marcharme me tomó del brazo.
-Si quieres irte entonces vete...pero hagámoslo aunque sea una última vez.
-Esta bien...una última vez.