Escenarios Eren Jaeger x lectora

Cuando te haces ilusiones

A petición de _lechuguita_kawaii , espero te guste.

¿Quién no caería rendida ante los pies de semejante hombre? Santo Eren que me llevas al cielo, santifico tu nombre, ruego por un reino a tu lado, no siempre haré tu voluntad, pero jamás te abandonaré, tus besos son mi pan de cada día, estar sin ti es mi mal y amén.

Eren Jaeger me fascinaba desde que le eché la mirada, pero él parecía no tener interés en nada más que su libertad, después de lo encontrado en el sótano parecía más perturbado que nadie y lo admito, aún así me parecía encantador.

Fue muy difícil acercarme a él, era considerado un héroe al igual que los demás y estaba más que segura que no era la única mujer a la que le mojaba las bragas y aunque suene muy descarado y hasta vergonzoso la verdad no puedo engañarme a mi misma.

¿Quién dijo imposible? Difícil si fue pero lo logré, Eren no era lo que había idealizado, pero jamás me desencantó, era triste y perturbado, el brillo había desaparecido de sus ojos y creo que desde que nos acercamos ví brillar alguna vez sus ojos, supongo que era por mi, me encanta la idea de que era por mi.

Me miraba a veces con cierta ternura y tocaba mis mejillas, decía que mi pelo era hermoso y se sonrojaba cuando lo decía, era tierno a su manera pero era difícil nuestra relación, me quería pero no me quería, hacíamos el amor y al terminar me decía que no podíamos estar juntos, me buscaba y a veces lloraba en mi hombro pues llevaba una carga muy pesada, más de una vez lo mandé al diablo, miles de veces volvió.

Cuando se marchó a Marley vino un mal desgarrador a mi.
Estar con Eren me hacía enojar por su maldita ambivalencia, pero sin él no me daban ganas ni de enojarme, que estúpida soy, no debería de amar tanto a un hombre así, pero no es como que pueda dejarlo.

Eren no solo había dejado un vacío molesto en mi alma, también dejó un bebé en mi vientre, al enterarme sentí una mezcla de emociones que jamás podría explicar, pero de lo único que estaba segura es que me hacía sentir feliz.

Eren Jaeger volvería, le contaría de nuestro bebé, nos casaríamos, viviríamos juntos, como una familia, haremos el amor todos los días, lo levantaré en las madrugadas para continuar haciendo el amor y haré que llegue agotado a su trabajo, me imagino la cara de mikasa preguntándole:-¿Por qué estás tan cansado, Eren? ¿Qué acaso no descansaste anoche?

Entonces los recuerdos de nuestras jornadas de placer le vendrán a la mente, recordará que hizo todo menos descansar y se sonrojará de la misma forma tierna que cuando me hace algún piropo.

Siempre estuve al pendiente de las noticias de su regreso, también fuí una de las primeras en saber cuándo volvería, lo esperaba con demasiadas ansias y cuando volvió no sabía ni siquiera cómo comportarme, tenía el vientre muy grande, no me veía tan atractiva como cuando él se fue, pero no importa mucho, supongo.

Eren Jaeger hizo algo terrible y lo sé ¿Acaso habrá cambiado tanto desde que se fue? ¿Cambiaría así conmigo? Había perdido toda la seguridad al entrar a su celda y un temblor ligero se apoderó de mi, me volví algo tímida y no es para menos, se veía más adulto, más maduro y más intimidante, en sus ojos había poca importancia hacia quien se le mostraba en frente.

Me miró de pies a cabeza y de inmediato me hizo una pregunta.

-Veo que estás embarazada ¿Es mío?

No tenía voz para hablar, asentí con la cabeza con cierta timidez.

Eren estaba sentado en la pequeña cama de su celda, se puso de pie y me miró de frente.

-Supongo que has oído hablar de Historia, la reina.
-Si...
-Pues verás...ella también está embarazada y resulta que lleva a mi hijo en su vientre.

Su mirada era indiferente y sus palabras vacías, pero bueno...quién me manda hacerme ilusiones y abrirle las piernas a un imbécil que jamás pudo decirme si me amaba o no, en fin, yo me largo.

Aparté mi mirada débil de la suya, caminé rumbo a la salida, el temblor abandonó mi cuerpo y respiré con pesadez, hacía mucho calor y el clima era pesado, el sol brilla más que nunca en este día.