Escenarios Eren Jaeger x lectora

Cuando le ponen nutella a la vida (+18)

Desde que me desperté supe que mi vida había cambiado.
Lo que me despertaba no era una guagua platanera o de hierros, era el sonido de la alarma anunciando que era hora de levantarse.
Pensé que jamás me gustaría o conformaría con tener una vida tan pacifica cómo esta, pero por ese hombre me resigné porque junto a él sabía que estaba feliz.

Abrí los ojos buscándolo por todas partes y no lo encontré, eran las 9:00 Am pero él no estaba.
Tranquila me dispuse a ducharme y arreglarme para ir a la cocina y preparar algo de desayuno aún con la inquietud de dónde podía estar mi esposo Eren.

Tomé el celular y salí de aquella casa donde había poca señal para llamarlo. La llamada no entraba, aún seguía sin señal. Mudarnos en una casa lejos en el bosque  quizás no había sido una muy buena idea al menos por esa parte.

Volví a entrar y comí tranquila mi desayuno y a la mitad del mismo escuché el ruido de un auto parquearse frente de la casa.
Vi desde la ventana de la cocina a Eren bajar con unas cuantas bolsas en mano, mi amado había ido al supermercado.

-Hola, buenos días (...).

-Bueno días Eren, no me dijiste que ibas a salir temprano.

-Lo siento, no quería despertarte.

Me puse de pie y lo ayudé con las bolsas, al mirarlo bien me percaté de un cambio.

-¡Eren!

-¿Qué ocurre?

-Te cortaste el pelo...

-Ah...eso.

Se puso la mano en su pelo ahora corto y me miró con una sonrisa.

-¿Qué te parece?

-Pues te sigues viendo bellísimo, pero no entiendo el cambio.

Eren se acercó a pasos lentos y puso ambas manos en mis hombros mientras me miraba a los ojos.

-(...), me dejé crecer el cabello porque me dejaron de importar muchas cosas, pero...yo...quiero ser un buen hombre para ti.

-¡Oh! Eren , ¿Qué dices? Eres un buen hombre para mi.

-Sé que ha sido difícil, mudarte desde Latinoamérica a Alemania en una casa en medio del bosque y que has renunciado a mucho por mi, sé que has estado algo distante por los cambios recientes pero no quiero distanciarme de ti, quiero pasar el resto de mi vida contigo.

Sentí mis ojos picar con ganas de llorar, pero no era tan tonta  para arruinar el momento con lágrimas, lo besé.
Un beso ardiente y fuerte, desgarrador y poderoso, un beso mío y suyo.
Al separarnos nos quedamos mirándonos con una sonrisa de tontos.

-Estás muy raro, pero me gustas, con pelo corto o largo sigues estando hermoso.

-Bueno...sé que tu familia en Latinoamérica pensará que el corto me va mejor.

-¡Ay Eren! No te preocupes lo que piensen mis primos, son unos bobos.

-Lo sé, pero son buenas personas, eres muy afortunada.

-Lo sé.

Nos separamos para poner el contenido de las bolsas en su lugar, mientras sacaba algunas cosas me percaté de un envase en especial.

-¡Ay Eren!

Lo miré con una sonrisa coqueta mientras sostenía la nutella en mi mano y él me miró sin entender.

-¿Qué pasa?

-Así que compraste Nutella ¿Eh?

-Dicen que es muy buena, no la he probado.