Escenarios Eren Jaeger x lectora

Cuando te conviertes en su sumisa

Debí escuchar a mi madre cuando me dijo que no debía tomar materias a altas horas de la noche, pero ¿Qué podía yo hacer? Esa era la única sección que me convenía y tenía la confianza de  que el maestro no iba a ser tan hijo de puta para soltarnos a las mismas 10:00 Pm.
Me equivoqué rotundamente porque varias veces lo hizo. La cuestión era que el metro a esa hora estaba cerrado, tenía que irme en bus muchas veces parada como aquel día.

Me despedí de algunas compañeras en la salida de la universidad, cada quien tomó rumbo y yo esperaba algo intranquila aquel autobús que me dejaría a una esquina de mi casa.
Cuando pasó le hice señas con la mano para subirme de inmediato. Habían muchos hombres y a penas dos mujeres algo mayores, me tocó ir parada y estaba incómoda.

Rogaba para que llegara pronto, entre mis pensamientos sentí una preocupación cuando una respiración profunda respiraba en mi cuello. Me di la vuelta con cautela y vi a un hombre muy cerca de mi.

-Lindo trasero.

-....

Intenté alejarme de él pero me tomó del brazo impidiéndomelo.

-¿Por qué te alejas? ¿Quieres huir de la atención que quieres llamar con esos pantalones tan ajustados?

-Suéltame.

Era un hombre demasiado grotesco su respiración era muy sucia pero me resultaba imposible safarme. Estaba siendo acosada delante de todos los pasajeros sin que ellos lo notaran, no quería hacer escenas pero estaba desesperada.

Sentí la mano del sujeto posarse en mi trasero siendo esto la gota que derramó el vaso. Le di una bofetada, el tipo se impresionó por mi acción, me devolvió el golpe con más fuerza haciéndome sangrar la nariz, se acercó con intenciones malévolas pero alguien quitó con furia aquel sujeto de mi, lo golpeó con tanta fuerza que lo tiró al piso del bus.

El sujeto que me molestaba se puso de pie para golpear a mi salvador pero no pudo porque mi salvador de ojos verdes fue mucho más hábil y lo puso en su lugar.

Había un gran alboroto en el bus, gente pidiendo que pararan, mi salvador dejó inconsciente a mi acosador y luego intentó calmarse.

El bus se detuvo y el de ojos verdes me miró algo molesto:

-Deberías de aprender a defenderte de estos cerdos, no siempre habrá  quien te salve.

Dicho esto se bajó del bus dejándome algo confundida y con miedo de que el tipo del piso se fuera a parar para golpearme o hacerme algo.
Gracias a Dios el acosador no se paró de ahí, pude bajarme tranquila en mi parada, caminé una esquina hacia mi apartamento y me encerré procesando lo sucedido, limpiando los restos de sangre que quedaban en mi nariz.

Revisé mi celular, tenía más de 20 llamadas de mi madre quien vivía en el campo, la llamé tranquilizándola de que estaba en casa y todo iba bien, cuando hablé con ella sentí una carga aligerarse.

El timbre de mi apartamento se escuchó, abrí con cuidado para ver a mi novio Colt bastante inquieto.

-Colt, cariño ¿Qué haces aquí?

-¡¿Por qué no me responde los mensajes y llamada desde hace varios días?!

-¡Ah!...perdón pero...solo no te respondo desde ayer, es que he estado algo ocupada porque la universidad está últimamente muy exigente  pero ven, entra, hablamos adentro.

-¡No (...)! ¡Ya estoy harto! ¡Harto de tu falta de compromiso! Que te la pases todo el tiempo entre esa universidad y encerrada en esta apartamento, quiero una novia no alguien que no tenga tiempo y que casi no pueda ver.