Cuando te le declaras y te rechaza 2

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Buenas chicas/os, disculpen la tardanza y tranquilas, tengo todos los pedidos anotados, solo que van en orden, disculpas nuevamente.

A petición de maritzadalia
Kaede326

La mirada de Mikasa sobre mí era desesperante, más bien me provocaba miedo ¿A quién no? Estábamos hablando de Mikasa Ackerman después de todo.

No dije absolutamente nada y me marché como si no hubiese pasado nada.

-¿Qué estaban haciendo ustedes dos solos aquí, Eren?
-¿Ah? Eso que importa Mikasa, déjame en paz.

Eren estaba molesto e irritado,  Pero Mikasa ya podía tener una idea, ante sus ojos yo había hecho algo.

El resto del día y de los días que vinieron me la pasaba  intentado evitarlo,  pero Eren parecía estar cansándose, me buscaba todo el tiempo con su mirada, no disimulaba ni un poco, me miraba y en más de una ocasión llegó a molestarse cuando algún chico se acercaba tan solo a entrenar, de inmediato lo retaba y aunque sólo eran prácticas, él iba demasiado en serio, Eren tenía unos celos que no podía disimular ante nadie y por si fuera poco su comportamiento empeoraba, me daba pena con Armin intentando calmarlo.

Como algunas cosas maravillosas de la vida suceden en la noche, me senté tranquila en el pasto, hacía frío y empecé a tiritar, entonces sentí la presencia de alguien detrás de mí que luego se colocó a mi lado.

-¿Mikasa?

No pude evitarlo, las miradas que me daba la hermana adoptiva de Eren después de lo sucedido no eran muy amables, pensé lo peor.
Me miraba intensamente y aparté la mirada para cuestionarla.
-¿Qué haces aquí?
-Quisiera  hablarte de Eren
-¿Eren? ¿Qué pasa con él?
-El comportamiento tan irritable que tiene ahora es por tu culpa
-¿Mi culpa? No tengo nada que ver, si me disculpas tengo que irme a dormir.

Me paré de inmediato para irme pero se puso en frente y me impidió el paso, estaba desconcertada.

-¿Qué es lo que quieres?

Mikasa Ackerman tan intimidante como siempre, sabía perfectamente que no me iría al menos que le diera lo que quería.
-Mira  (suspira) me le confesé a Eren y me rechazó, es todo, no voy a meterme en tu camino, soy consciente de que sientes cosas por él...

Mikasa estaba avergonzada pero aún así, sacudió un poco su cabeza y luego me miró.
-Eren te quiere

Las palabras de Mikasa me habían dejado algo sorprendida.
-No lo creo, solo creo que es un mocoso demasiado caliente, es todo.
-No creo que es solo eso, si tus intenciones son buenas con él entonces apruebo cualquier cosa, pero siento que Eren ahora mismo está sufriendo, sufre por ti.
-Yo también sufrí sabes,me trató muy mal.
-Eren a veces puede ser así, no sabe lidiar mucho con chicas, solo te pido que no le haga daño o te la verás conmigo.

Lo último lo dijo en un tono amenazante, tanto que parecía ridícula y claro que lo era, mira que venir amenazarme así, como si fuese un hijo suyo al que le he hecho algo, pero yo a Eren no le he hecho nada, excepto dejarlo con las ganas.

La mañana siguiente me levanté temprano, cuando iba llegando al comedor, Eren se acercó un poco.

-Te espero después del desayuno en los establos, no tardes.

¿Debería ir? No soy tan tonta por Dios, es obvio que quiere terminar lo que empecé, o quizás solo estoy viendo las cosas por ese lado, pero quien sabe.
De vez en cuando los amigos de Eren me daban ciertas miradas y cuando volteaba a verlos intentaban disimular, pero hombres al fin. Me sentía avergonzada cuando sucedían estas cosas, el saber que ellos sabían del rechazo de Eren y que yo sabía que ellos sabían y ¡Ahhhh! A veces cuando me acuerdo de la conversación que escuché me lleno de enojo, sobre todo con Eren, el que me considere alguien débil y asustadiza es decepcionante para mí, pero peor es que él tenga razón.

Pensé mucho en si ir o no, estaba sola en el comedor y cuando me paré a llevar el recipiente de comida Historia e Ymir pasaron a mi lado, como si supiese lo que estuviese pensando Ymir me miró y dijo: No lo pienses tanto, solo hazlo.
Me guiñó un ojo y me miró burlona para luego irse.

No aparecí de una vez, decidí dejarlo esperar un poco, cuando llegué estaba bastante impaciente.

-¿Por qué tardaste tanto?
-(interrumpe) ¿Qué es lo que quieres?
-Sabes bien que es lo que quiero.
-¡¿Tener sexo?  ¿Es eso lo que quieres?!

Le hable algo enojada, aún no se me olvidaba lo de su rechazo, su actitud y que venga como si nada me hacía querer estallar.
-No es eso (se sonroja) Lo siento, de verdad, lamento haber dicho lo de la otra vez y siento que te quiero...

Quería estallar una carcajada pero la suprimí de inmediato.
-Antes dijiste que no podías estar con alguien que no conocías y también dijiste que no era tu tipo
-Lo sé, pero soy un idiota a veces, siento que te he conocido un poco y me siento tan mal...sobre todo cuando te veo con alguien más, yo quiero tenerte cerca de mi, quiero que estés conmigo, quiero que me mires solo a mi.
-Eso se escucha de locos Eren y honestamente aún te guardo rencor.
-Lo sé, pero se también que te gusto, podemos empezar de nuevo, quiero estar contigo y protegerte, empecemos de nuevo ¿Qué te  parece?

Honestamente sentí algo de placer al ver a Eren Jaeger ante tal situación, disculpándose como un cachorrillo por lo que había hecho, pero también soy algo exagerada o quizás no.

La amenaza de Mikasa me importaba poco, si bien a lo mucho podía darme una paliza y pues me valía, pero la verdad es que yo si quiero a Eren, y lo quiero conmigo y ahora mismo entre mis piernas.

Me mantuve unos segundos contemplándolo en silencio, su desespero lo llevó a pronunciar unas palabras que no logró terminar pues lo besé de golpe y con la misma desesperación que él.

Nuestros cuerpos estaban juntos, nuestras bocas producían ese sonido delicioso y podía darse cuenta de las ganas que nos teníamos el uno al otro, era abrumador.

Desabroché con desespero su pantalón al tiempo que hice lo mismo con el mío, entonces me cargó y embistió contra la pared, su cara en mi cuello y nuestras respiraciones agitadas,  mis piernas abrazando su cintura, este momento definitivamente es sagrado.

El ritmo de sus embestidas me volvía loca y él ya estaba loco de placer, gruñía y con desesperación me mordía y yo mordía mis labios para intentar suprimir los gemidos pero esto solo lo enloquecía más.

Se la pasó un largo rato penetrándome  en la misma posición; justo en el momento exacto que llegamos juntos al orgasmo y sentía como su semen tibio estaba dentro de mi también escuchamos una voz cerca pero que  por el momento y la sensación que ambos compartíamos la escuchamos muy lejos.

-¡Eren Jaeger y  ¡(...) (...)! ¡¿Qué demonios creen que hacen?!

Era el instructor  Keith Shadis, en ese momento supe que estábamos en serios problemas.

Escenarios Eren Jaeger x lectora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora