Cuando la decisión es difícil

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7:16 Am.
¡Era tardísimo!
Me apresuré con prisa a salir de la cama pero los brazos de Eren me lo impidieron al instante.

-¡Eren suéltame por favor, voy a llegar tarde!

Aún Eren se veía adormilado y su reacción me incomodó un poco. Irme a vivir con él tenía su lado bueno pero habían cosas agrias que no podía simplemente ignorar del todo.

-¿Irte a dónde? Es sábado.
-Pero tengo una clase a las 8:00 am Eren, voy a llegar súper tarde.

Me safé de él como pude y me dirigí al baño con la velocidad de la Luz para asearme y marcharme de una vez.

El camino se me hizo eterno, el metro estaba más lento que de costumbre  y Eren no quiso llevarme porque se enojó, ¡Ay maldito Eren! ¡A veces tenía ganas de matarlo y en serio!

Cuando llegué a la Universidad corrí hacia el salón pero desgraciadamente la puerta estaba cerrada, toqué varias veces y no me dejaron entrar.
Recibí de pronto un mensaje del grupo de la materia donde decían que pasada la hora no iban aceptar a nadie.
Me dieron ganas de tirar esa maldita puerta abajo, después de todo el esfuerzo y el desespero que hice para llegar salen con eso.
Decidí pasar por la cafetería y aprovechar a tomarme un jugo, sin embargo una vez en la cafetería me entraron unas náuseas y sentí una sensación extraña de perdida hasta que no recordé más.

Cuando desperté estaba sentada en el pequeño cuarto de enfermería de la universidad, mientras me tomaban la presión.

-¿Qué ocurrió?

Annie Leonhart, una enfermera pasante me miró con profesionalidad y empatía.
-Al parecer se desmayó en la cafetería.
-Oh...

Yo ya sabía lo que era, pero igual quería hacerme la loca hasta confirmarlo al 100%. Al salir tras las precauciones y escuchar las advertencias salí con rumbo a casa, no sin antes pasar por una farmacia y comprar una prueba de embarazo, regresé a casa con algo de resignación.

Eren estaba en la cocina desayunando, y cuando me vio entrar me miró algo enojado.

-¿Ya terminaron tus clases?
-No, ni quiera me dejaron entrar Eren, ¡Llegué  tarde y en parte por tu culpa porque no me quisiste llevar en tu auto!, ¡El metro duró una eternidad!
-¡No me eches la culpa a mi (...)!,  además ya estoy demasiado cansado.

Aparté la vista de él sin decir mucho para ponerme en marcha hacia la habitación.
-¡(...)!

Cuando escuché mi nombre me detuve y me volteé hacia él.
-¿Qué ocurre, Eren?
-Tenemos que hablar (...), yo no puedo seguir en esta situación.

Se puso de pie y se acercó algo intimidante.
-¿Cuál situación?
-¡En la que estamos!, hace 6 meses que estamos viviendo juntos como esposos pero te siento más comprometida con tu carrera que conmigo.
-¡Ay Eren por Dios! ¡No empieces!, sabes que la medicina es una carrera muy exigente.
-¡Lo sé (...)! , por eso mismo te los digo, te pasas el día entero en esa universidad y regresas en la noche, también los sábados en la mañana tienes clases, no tienes tiempo para mi.
-¡Ay amor! Sabes que me encantaría pero es que tengo que tomar varias  materias  para  avanzar, el próximo ciclo vendrá más suave.
-¡No (...)! No voy a esperar el próximo ciclo, además cuando empiezas a trabajar será peor ¿No te das cuenta?
-Bueno y ¡¿Qué quieres que haga?!
-Que la dejes.
-¡¿Qué?!

Su respuesta sin duda alguna  me dejó desconcertada.
-Así como escuchas.
-¡No puedo creer lo que me estás diciendo! ¡ No puedes decirme eso Eren! ¡Quiero terminar mi carrera!
-Pues yo no voy a seguir pagándola, y será mejor que decidas de una vez (...), es tu carrera o soy yo.

Me miró con una intensidad particular, sus ojos estaban serios y la expresión de su rostro totalmente decidida. Ya sabía que Eren era algo controlador pero esto era el colmo.

-No puedes hacerme esto.

Eren se acercó para tomar mi rostro con lágrimas en su rostro, besó tranquilamente mi mejilla y labios, acarició mi pelo y luego me miró con una ternura extraña.

-(...) mi amor, te amo pero tienes que elegir, conmigo no necesitarás nada, es solo que quiero que te dedicas a mí y a nuestro hogar, quiero que me des hijos y que te dediques a ellos pero si eliges quedarte en la universidad te vas a separar mucho más de mí y no sé si podría soportarlo, así que elige mi amor, la universidad o yo.

-Eren...no me hagas esto, mira puedo tomar menos materia y pasar más tiempo en la casa y

-¡No! (Interrumpe) ¡Ya basta (...)! Te doy hasta el lunes para que me digas, si eliges a tu universidad mejor olvídate de mi, te voy a dejar sola para que lo piensas, me iré a casa de mis padres hasta el lunes, no olvides que te amo.

Después de sus palabras me besó apasionadamente para dejarme.

¿Qué iba yo hacer? Cuando me casé con Eren él asumió la responsabilidad de todo, jamás quise ser una carga para él pero terminé convirtiéndome en una y la razón de mis estudios eran justo que no quería ser una carga más. Ahora me sale con esto.
No quería perderlo pero tampoco quería perder mis sueños...¿Qué debía hacer?
Jamás podía encontrar alguien como él pero estaba a dos años de terminar la carrera ¡Ah!¡Estaba tan confundida!

El resto del día me la pasé encerrada en casa haciendo tareas, preguntándome si de verdad debía hacerla y si hacerla suponía que tenía una decisión clara, pero me moría  de dudas, luego recordé la prueba de embarazo y me hizo sentir peor.

Temblé mientras me hacía la prueba y lloré esperando el resultado.
El resultado era bastante obvio.

El lunes Eren volvió a casa temprano en la mañana, yo lo esperé sentada en un mueble de la sala. Cuando entró me encontró tranquila y me miró con un brillo en los ojos.

-(....)...¿Estás aquí? Eso significa que...
-Si, Eren...me quedo contigo.

Escenarios Eren Jaeger x lectora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora