Cuando tienes el titan martillo de guerra

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A petición de sorafleur

Ese chico misterioso, extraño y apagado me llamaba bastante la atención, siempre he sentido cierto interés con los marginados, los abandonados, los que nadie quiere, porque en ocasiones me he sentido de la misma manera, me han visto de la misma manera, al verlo siendo intimidado por ese soldado no pude evitar sentir compasión.

Mi vida había sido  siempre complicada  pero después de que mi hermana, conocida como la señorita Tybur me heredó el poder del titán martillo de guerra había empeorado, me he sentido bastante confundida y apagada, a veces despierto entre llantos y gritos recordando desgracias ocurridas a los antiguos portadores y me pregunto ¿Por qué a mi? ¿Qué acaso no es aberrante devorar a tu propia hermana? ¿Qué tiene de interesante morir en 13 años si ni siquiera estas viviendo libremente tu vida? Llevo un inmenso poder conmigo, no tengo ninguna libertad, soy constantemente custodiada y honestamente jamás he tenido interés por este poder, solo he querido tener una vida tranquila desde que recuerdo, con el deseo de hacer lo que quiero, siento que este deseo a veces me ha impulsado hacer ligeras locuras y desobedecer a mi hermano, me da cierta felicidad, es lo que siempre he deseado  pero aunque quisiera las cosas no son siempre lo que deseamos.

Iba rumbo al Liberio con mi hermano Willy para el festival, me sentía cansada, harta y queriendo desaparecer, me las ingenié para escaparme por un rato, caminé sin rumbo fijo y contemplaba mi alrededor, mis pasos me llevaron hasta cerca de un hospital, donde un soldado Marleyano intimidaba a un joven, me les acerqué sigilosa.

-Con que un demonio
-¿Ah?
-Usted llama al joven demonio
-Y lo es, es un sangre sucia, un demonio descendiente de Ymir.
-Esa es su percepción, pero no quiere decir que sea la verdad absoluta y si va a juzgar a las personas llamándolas demonios debería de mirarse en un espejo y ver quién es que se comporta como un verdadero demonio.
El soldado me miró con cierto enojo y burla mientras el joven desaliñado observaba en silencio en el piso con curiosidad
-¿De qué estás hablando? ¡Yo soy un marleyano! ¡Solo trato a esta gente como se merece!
-Usted cree saber mucho, sabe mucho de los eldianos, pero si va a juzgar a los demás  por sus ancestros debería de conocer a los suyos, ¿Cómo eran? ¿Acaso eran buenas personas? ¿pagaban sus impuestos?

Aún más molesto el soldado se acercó un poco con cierta impaciencia y me miró con burla y un ligero asco.
-Tú también eres un demonio
-Igual que usted
Tras unas miradas mutuas de desprecio fuimos interrumpidos, el soldado se marchó mientras yo ayudaba al joven.
He visto repetida veces esta misma escena, me da mucha rabia e impotencia y peor aún que muchos de los mismos eldianos (incluyendo mi propio hermano) creen que es verdad, yo no creo tal tontería, lo único que creo es que la gente siempre busca algo que odiar, porque lo necesitan, necesitan sacar su propia inmundicia  despreciando a otros.

-¿te encuentras bien?
-Si, lo siento
-Tranquilo

Lo ayudé a ponerse de pie y hablamos durante un rato, tuvimos una conversación profunda, hablábamos de los eldianos, de la libertad, de los sueños y de lo terrible de la guerra, sentía que le gustaba escuchar la palabra libertad salir de mi boca, es como si cada vez que la dijera se se sintiera libre, era un chico misterioso,  algo egocéntrico, pero le agradaban mis palabras y me miraba profundamente con unos ojos o más bien el único ojo que tenía, me miraba y era imposible no detenerme justo en su mirada.

-¿Ocurre algo?
-No es nada, es solo que tus ojos son realmente hermosos.

Se sonrojo con timidez, se veía hermoso.
-¿Cuál es tu nombre?
-Kruger...Eren Kruger.
-Es un placer Kruger, soy Tybur.... (...) Tybur.
-Oh...interesante, perteneces  a una familia de nobles
-Algo así
-Debe ser algo estresante
-Lo es, también conlleva una gran responsabilidad
-Entiendo

Trás un momento increíble el Joven se levantó, me miró intenso y pensativo, es como si tramara algo, se volteó y mientras se marchaba abría sus labios y articulaba algunas palabras.

-Es una verdadera pena señorita Tybur...pero nos veremos...pronto...

Estaba confundida,  emocionada y con ganas de ir tras él, al final opté por ir a buscar a mi hermano, con la esperanza de volver a ver a Kruger en el festival.
Cuando el festival empezó miraba a todos lados buscando al señor Kruger, quería mirarlo, quería contemplar ese único ojo precioso que me enloqueció por unos instantes.

En unos minutos todo ocurrió muy rápido, la verdad fue revelada y yo tendría que tomar una decisión, hacer nada o hacer algo, Eren Kruger, ahora Eren Jaeger me miraba paciente, me estaba esperando, quería que luchara contra él,  me sentí fuera de sí, mi hermano estaba muerto y el chico que acababa de conocer resulta ser el enemigo tan temido que mi hermano mencionaba.
Desde que este poder me fue confiado he tenido muchas dudas pero ahora puedo sencillamente elegir qué hacer, pero ¿Qué debo hacer?

Eren me miraba impaciente desde su titán ¿Quería que peleará con él? Podría pelear con él o simplemente huir...pero Eren se acercaba a mi y estaba segura que era con malas intenciones, entonces impulsivamente me transformé.

No pude darle pelea, apenas pude herirlo y él no me tenía piedad, cuando finalmente logró sacarme del titán me sostuvo en sus gigantes manos, me miró nuevamente con sus bellos ojos esmeraldas y se detuvo unos segundos con una mirada culposa, el cristal ya no funcionaba y tampoco tenía interés en usarlo, ahora mismo siento unos dientes sobre mi, duele como el infierno, grito, la sangre sale a chorros y lo único que viene a mi cabeza es el recuerdo de mi infancia, siendo libre como niña, siendo feliz.

Quizás en otra vida Eren, usted y yo buscando la libertad, pero mientras usted sea tan egocéntrico y yo tan rencorosa y vengativa esa vida jamás llegará.

Escenarios Eren Jaeger x lectora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora