Escenarios Eren Jaeger x lectora

Cuando no se da por vencido (+18)

¿Qué le habrá visto a esa chica? Lo escuchaba en todo momento, porque para cualquier persona era extraño que Eren Jaeger siendo un chico con todos los rasgos de ser más que atractivo se fijara en alguien como yo, una chica simplemente normal, entonces empezaron a decir cosas de que quizás era demasiado buena en la cama y tenían razón, Eren Jaeger era demasiado pasional y que me dejara coger duro hasta no poder más le encantaba.

Era demasiado común escuchar comentarios de nuestra poca compatibilidad  y aunque le doliera a quien le doliera, Eren Jaeger me quería y me era demasiado fiel, ante sus ojos la única chica para él era yo.

Éramos dos adolescentes con las hormonas disparadas y hacer locuras era muy típico, Eren me arrastraba a cada una de sus aventuras y yo lo seguía porque me encantaba, aún con miedo lo seguía, como esa tarde cuando nos escapamos de clases y nos escondimos en el baño, fue la idea más estúpida que se le pudo ocurrir, porque justamente faltábamos nosotros dos y para colmo no pude contener mis gritos, Eren tenía un ritmo muy habitual, me pegaba a la pared mientras me cargaba y sus embestidas eran fuertes, el sonido de sus embestidas se escuchaban en aquel baño y aunque me besara para callarme tenía la respiración demasiado agitada.

Nos descubrieron.
Aún recuerdo cuando abrieron la puerta y Eren me abrazó para que no vieran ni una pizca de mi desnudez, la profesora tenía el grito al cielo mientras nos vestíamos, estaba muy avergonzada  y Eren de descarado no le importó mucho.

Llamaron a nuestros padres, ni siquiera pude levantar la mirada, me encontraba en una situación penosa y había dejado en vergüenza a mis progenitores, lo que no sabía era que se atrevieran a tanto.

Fuimos suspendidos hasta nuevo aviso, mis padres me entraron a jalones al auto, escuchar sus gritos y sus reclamos no fue nada porque al llegar a casa me golpearon como nunca lo habían hecho en su vida.

Mi padre tomó un cinturón y me pegó hasta que aquel artefacto quedó hecho trizas y aunque mi madre se interpuso varias veces terminó apartándola y sin que pudiese hacer nada.
En el acto se detuvo para quitarme el celular y cuando me obligó a ponerle la contraseña revisó mi chat con Eren descubriendo fotos demasiado comprometedoras, enojándose aún más y volviendo al ataque.

Mi cuerpo me picaba, estaba caliente y rojizo por las marcas de aquellos golpes, me encerraron en la habitación, estaba tirada en la cama con la vergüenza de lo que había hecho olvidándome por un momento del amor de Eren y de todo lo que habíamos pasado, quizás había sido una equivocación y una locura todo aquello, quizás lo mejor era olvidarme de él para siempre y mientras estos pensamientos gritaban en mi mente escuché las palabras de mi padre hablar de la puerta de mi habitación:

-¡Y será  mejor que te olvides de una vez de ese desgraciado, porque mañana mismo te vas para la casa de tu tía al campo, empezarás a estudiar en un internado para monjas, no vas a volver a verlo nunca! Todo eso es por culpa de tu irresponsabilidad y de las tonterías que hiciste ¡Me dejaste en vergüenza (...), ¡yo confiaba en ti! ¡Ya veo porque no se puede confiar en los hijos!

Sollozaba en silencio mientras escuchaba como escupía su enojo con duras palabras.

-¡Es que no puedo creer que seas tan tonta! ¿De verdad tú crees que Eren Jaeger te quiere? ¡Ese muchacho solo quiere usarte, te le pusiste fácil y tomó lo que quiso de ti, apuesto a que te dejará y buscará un juguete nuevo! Pero vas aprender (....), a las malas pero vas aprender.

Creí todas y cada una de sus palabras, porque los muchachos jóvenes hacen eso y nada me aseguraba de que Eren fuese la excepción, nuestra relación más que amor era puro sexo, en el baño, en el callejón y en cualquier lugar donde estaba excitado, sentí vergüenza de mí misma.