51 - Y ahora frente a frente ni siquiera puedes mirarme a la cara.

4.2K 216 296
                                    

Sábado, 2 de agosto de 2031, Granada.

Fue una buena gira, con sus luces y sus sombras, pero cuando el último concierto, el que cerró esas veintidós fechas, finalizó, supo que la iba a recordar como la gira en la que volvió a encontrarse musicalmente a sí misma.

También le sirvió para darse cuenta de que los años no pasaban en balde para nadie y tampoco para ella, y que cada año le pesaba más la carretera, los miles de kilómetros en furgoneta de un punto a otro de la geografía española, incluso los vuelos le absorbían la energía como una esponja arrojada al agua. Le sirvió para reconciliarse con parte de su repertorio que el público pedía cada noche y que ya estaba cansada de cantar después de tantos años, sobre todo algunas canciones de los primeros EP's. Poco a poco, cambió la angustia y las ganas de llorar al acabar el recital por sonrisas genuinas y plenitud en el pecho, como si tuviera un pájaro enjaulado que sólo se liberaba con el concierto siguiente, y así con el siguiente y así hasta el infinito.

La decisión más sabia que tomó, sin embargo, fue eliminar Todo de Ti del setlist después del parón que hizo la gira en julio. Después del cumpleaños de Flavio y los días que se tomó para desaparecer en Beniarrés, decidió que no quería cantarla más veces o sentiría cada noche que se estaba aferrando a algo que ya no estaba. No fue una noticia ni un cambio bien recibido por los fans, pero fue egoísta y apostó por su salud mental, y el simple hecho de no tener que cantarla mejoró su manera de afrontar cada noche, como liberada de un peso muerto sobre sus hombros.

Eliminar la canción supuso una serie de reacciones en cadena, de las cuales, la que más le impactó fue la del murciano. El chico no levantó el teléfono para pedirle explicaciones a por qué había hecho eso, porque no tenía por qué dárselas. Pero una noche de finales de julio, mientras revisaba las redes antes de irse a dormir como hacía cada noche, encontró entre las historias una que el murciano había subido versionando de forma muy breve, sentida y compungida, un tema antiguo de Pablo Alborán.

"Pasamos de ser todo a nada, de comernos con la mirada, y ahora estamos frente a frente y ni siquiera puedes mirarme a la cara", había acompañado el cover con el piano y algo se revolvió por dentro al escuchar la conjunción de las dos cosas porque su Flavio favorito era ese, el que se sentaba frente al teclado y hacía magia. Pero qué acertadas eran también esas palabras, parecían estar escritas para ellos, parecían relatar el punto en el que se encontraban, después de todo lo que había ocurrido en su casa durante la noche de su cumpleaños. Costaba creer que estuvieran así, después de haber sido todo el uno para el otro. "Vivíamos de boca a boca, los labios no querían soltarse, y ahora aquí en el mismo cuarto no podemos respirar el mismo aire".

Era un cover pequeñísimo, apenas quince segundos, y aunque le dio una fuerte encogida al corazón, sólo deseó poder escucharle un poco más. Algunos de los momentos que recordaba con más cariño, eran los momentos en los que los dos se sentaban en el piano y mientras él tocaba, ella incordiaba intentando aprender algo aunque nunca lo consiguiera porque escucharle a él era mejor.

No supo si escribirle algo, si reaccionarle con algún emoji, si... Era evidente que esa canción hablaba de ellos dos, de su situación actual... y como no sabía qué decirle, optó por no decirle nada. Sabía que Flavio iba a ver que lo había visto y que no le había dicho nada, pero siempre podía echarle la culpa a lo ocupada que estaba por cosas de la gira.

Ese cover, sin embargo, levantó bastantes ampollas en las redes. El rumor cada vez más fuerte de su ruptura no hizo sino que acrecentarse ante el cantar tan melancólico y desgarrado del murciano, y la prensa no tardó en hacerse eco.

No tardó en publicarse los problemas latentes que sufrían los dos tortolitos, y se empezó a tirar de la manta: se hizo público que ella había pasado unos días en el pueblo sin él, aunque se sabía que el chico ya estaba curado del sarcoma, se filtró de algún modo desconocido que ya no vivían juntos e incluso se había fotografiado a Flavio haciendo la compra solo, echando gasolina solo y yendo a la clínica a revisiones rutinarias solo durante las breves vacaciones de la valenciana. Que Samantha sacara del repertorio una canción que tan claramente iba dedicada a él no hizo más que confirmar las sospechas de ruptura, unas sospechas que por supuesto ninguno de los dos se molestó en disipar, ni para afirmar ni para negar.

UN POCO DE FEBRERO... y todo septiembre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora