Jueves, 21 de febrero de 2030, Madrid.
Al cabo de una semana, Samantha se enteró de que Flavio le había mentido.
No acostumbraba a mantener un contacto muy cercano con sus ex compañeros de Operación Triunfo pero sí había un par de personas con las que la comunicación era más asidua, entre las que se encontraban sobre todo Maialen y Eva. No se debía a nada particular, nada más que porque con ellas la confianza no había decaído después de diez años.
Fue de manera fortuita, tomando una cerveza con Maialen unos días después de su cena con el murciano, cuando se enteró de que el chico no se había puesto en contacto con ninguno de sus compañeros. Maialen le dedicó una mirada de sorpresa, sorbiendo la espumita de su caña de grifo. La guitarra reposaba a su lado junto con el regalo tardío que le debía a Samantha por su trigésimo sexto cumpleaños, al que no había podido asistir porque aquel día se encontraba en La Coruña, de concierto.
- ¿Cómo que ha vuelto a Madrid? ¿Cuándo? - preguntó la navarra, sin dar crédito a lo que oía. - ¿Pero se ha mudado con su mujer y todo?
Oops.
- Pensaba que os había escrito... Me dijo que quería quedar con vosotros - dijo Samantha por toda respuesta, ignorando deliberadamente sus preguntas.
- A mí no me ha dicho nada, y ayer quedé con Eva para cenar y tampoco sabía nada.
Samantha se encogió de hombros, sin saber si había metido la pata y el divorcio y mudanza del chico eran un secreto o si sencillamente Flavio se estaba tomando unos días para aclimatarse de vuelta a España y se lo comunicaría a sus amigos cuando encontrara el momento.
- ¿Por qué no nos habrá dicho nada a los demás?- inquirió Maialen, pero se respondió a sí misma. - Vale que no vas a comparar vuestra relación a la nuestra, pero yo sí que fui a su boda. Me merezco un baño en esa piscina que dices que tiene. Y hace un huevo de tiempo que no veo a Graciela.
- No sé, Mai, imagino que te escribirá pronto.
Maialen vio algo en Samantha que no terminó de gustarle.
- ¿Ha pasado algo?
Sam quiso decirle que sí pero al mismo tiempo no le correspondía hacerlo a ella. Sólo pudo encogerse de hombros.
- ¿Entre vosotros? - preguntó bajando la voz, para que nadie les escuchara.
- No, Mai, por Dios, ¿cómo va a pasar nada entre nosotros? Para bailes estoy yo con lo que tengo encima.
- ¿Entonces? ¿A qué viene tanto secretismo?
- Te lo contará él cuando lo crea conveniente - Maialen admitió que estaba en su derecho de no querer contar algo que no le correspondía, pero no podía aguantar la intriga. - Tenía algo extraño. Como cuando sabes que alguien te está contando la mitad de una historia porque piensa que si te lo cuenta todo te vas a enfadar o no lo vas a entender. No sé, le vi diferente. Pero supongo que es normal, ¿no? Hacía más de cinco años que no nos veíamos, ya no somos las mismas personas.
Decidió que no estaba en su mano decir nada de divorcios ni mudanzas. Flavio se lo había confesado porque ella le había preguntado y le había puesto bastante entre la espada y la pared, pero algo le decía que si no hubiera sido así, el chico tampoco habría abierto la boca. Era una noticia impactante que no le correspondía dar a ella.
Días más tarde se enteró de que Eva le había escrito para verse al enterarse de que había vuelto a Madrid pero aún estaba esperando a quedar con él, como si tuviera una agenda muy apretada y su tiempo fuera oro. Y que tampoco sabía nada de todo lo importante.
ESTÁS LEYENDO
UN POCO DE FEBRERO... y todo septiembre.
FanficHan pasado diez años desde que finalizó la edición más surrealista de Operación Triunfo y la vida no ha sido igual de dulce para unos que para otros. Diez años después del boom que supuso su paso por el programa, Samantha se reencuentra con un Flavi...