CAPITULO 1

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Para los que ya habían leído el libro. Este capítulo es nuevo.

CAPITULO 1

Años han pasado desde aquella noche en el bosque. Noche de la que solo cinco personas saben, una de ellas muerta y otra desaparecida. Nadie más sabe lo que ocurrió y jamás lo sabrán.

Aquellas personas aterrorizadas, sin aun poder procesar esa noche. Todo lo que ocurrió, todo lo que hicieron, todo lo que le hicieron. Decidieron guardar el secreto, nadie hablará jamás de eso, nadie volverá a hacerlo.

La cobardía pudo con esas personas, no supieron que hacer, como actuar. Buscaron a aquella niña en el gran bosque, en cada rincón. Lo recorrieron entero y nunca la encontraron, tenían miedo. Esa niña había matado a alguien a sangre fría. Lo degolló y escapo. Podría estar en cualquier lugar, podría ya haber salido del bosque y haber ido con la policía.

Aterradas por eso huyeron del lugar, dejando el cuerpo ahí.

Aquella niña después de haberse reflejado en el agua del lago, sonrió con satisfacción y alivio. Por fin era ella misma. Lo había aceptado, había aceptado lo que durante tantos años se negó a creer.

Se metió en el lago, para quitarse cualquier resto de sangre. Llevaba solo ropa interior y era negra, la sangre en esta no se miraba. Salió del lago y durante un largo tiempo se recostó en el césped, mirando al cielo. No había ninguna estrella.

No había nada. Solo ella y sus macabros pensamientos.

Estaba ansiosa por volver sentir aquella adrenalina y placer que le causo acabar con la vida de alguien y probar la sangre. Un sabor exquisito.

Sabia que tenia que aprender a controlarse, pero acaba de dejar salir su verdadero yo. Estaba tan ansiosa, necesitada, desesperada que no pensaba con claridad. Necesitaba volver a matar, lo ansiaba.

Ver la vida que aquella persona irse poco a poco, el terror en sus ojos y la sangre fue extremadamente placentero.

No había nadie más en el bosque. Ni siquiera animales a los que pudiera matar. Hacia un frio horrible, calaba en los huesos, pero ella ni se inmutaba por eso.

Tomo una profunda respiración y se puso de pie, observo todo su alrededor. No sabia donde estaba ni como salir de ahí. Con la navaja en su mano comenzó a caminar hacia el lugar del que había huido.

Había escuchado al coche alejarse, con cautela, escondiéndose entre los arboles se acercó al lugar. El auto no estaba, todo estaba en un total silencio. Entró a aquel lugar, no había nadie a excepción de su primera víctima.  

Se acerco al cuerpo, tomo una profunda respiración cuando miro la sangre. Quería volver a probarla, lo necesitaba, lo ansiaba. Iba a hacerlo, se acercó al cuerpo y se arrodillo a su lado. Estiro su mano para humedecer sus dedos con la sangre.

Un ridículo sonido proveniente de un celular la hizo detenerse, con el ceño fruncido comenzó a buscar el celular. Estaba en el bolsillo del pantalón. Lo tomo entre sus manos y sonrió. El teléfono estaba bloqueado.

Introduzca el patrón

No le fue difícil desbloquearlo, el patrón era uno de los más comunes; una Z.

Tenia varios mensajes recientes. Con una sonrisa se levantó, olvidándose de la sangre. Prendió la linterna del celular para buscar su ropa, no estaba, pero si había otra ropa de alguien más. La ropa estaba en buen estado, tenia algunas manchas, pero nada muy notorio.

Se la colocó, siguió observando detenidamente el lugar buscando algo. No sabía qué, pero lo hacía. Había algunos pequeños estantes de metal, latas de pintura viejas y oxidadas. Algunas herramientas oxidadas. Todo con la cautela de no tocar nada.

Había muchas botellas de cerveza vacías. Nada que llamara su atención, se acercó al último estante. Donde había algunos productos de limpieza, entre ellos acido.

Una enorme sonrisa se formó en sus labios. Sin dudarlo ni un momento tomó la botella con aquel peligroso líquido. Abrió la botella acercándose al cuerpo y con una perversa sonrisa lo vertió sobre él. En segundos el liquido comenzó a quemarle la piel, ella encantada se quedo observando aquella horripilante escena.

Se quedó ahí solo unos minutos, salió. Con la navaja, el celular y la botella, camino nuevamente al lago donde tiro la botella. Respiro profundamente y se dio la vuelta.

Con ayuda del celular pudo darse cuenta en donde se encontraba. Caminó por el oscuro bosque durante mucho tiempo, tiempo en el que no hizo otra cosa más que pensar en lo que haría. En como mantendría el control, como calmaría las ansias por volver a matar.

Pero sobre todo en cómo se vengaría. Cuando por fin salió del aquel bosque estaba comenzando a amanecer por lo que se apresuró para llegar a su casa. En esta, lo primero que hizo fue tomar una larga ducha, al salir se miró en el espejo.

Su rostro estaba cubierto de moretones, tenia el labio partido y una herida en la ceja. En el cuerpo tenia moretones en distintas partes. Estaba golpeada y humillada.

Miró sus ojos a través del espejo, con una fría y aterradora mirada juro vengarse de esas personas.

Actualmente esas personas viven una vida normal y tranquila. No, la realidad es que viven atormentadas por esa noche, por las horribles cosas que hicieron.

Cada noche tienen pesadillas con eso, horribles sueños que cada día son peores. Tienen remordimientos por lo que le hicieron a esa niña, niña de la que nunca volvieron a saber nada. Esperaban que un día la policía tocara su puerta para arrestarlas, pero jamás paso.

Esas personas evitan verse y cuando lo hacen no mencionan absolutamente nada de eso. Solo cruzan unas cuantas palabras y ya.

Aquella niña aprendió a controlarse, aprendió a controlar las ansias y la necesidad de matar. Nunca le ha dicho a nadie sobre esa noche y nunca lo hará.

Lo de esa noche no le afectó de la forma que se supone que debería haberlo hecho. De hecho, no está afectada, está molesta, furiosa. Lo que le hicieron la denigró y humilló.

Con ayuda del celular de su primer victima logró encontrar a las otras personas. Desde ese día no a dejado de seguir cada paso que dan. Sabe absolutamente todo sobre ellas.

Quiso esperar a que pasaran algunos años, para que creyeran que ya no haría nada. Sabe que están sufriendo, sabe que tienen remordimientos, sabe que se sienten culpables. Sabe que cada noche tienen pesadillas. Y eso le causa una gran satisfacción.

Su plan de venganza acaba de comenzar y no se detendrá hasta lograrlo.

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HarrietDonde viven las historias. Descúbrelo ahora