CAPITULO 73

38.4K 2.7K 1.2K
                                    

Voten y comenten gente, dejen ser lectores fantasma.

CAPITULO 73

Harriet.

A lo lejos escucho el sonido de un celular, están llamando. No se si es a Aline o a mí, pero tengo tanto sueño que no está en mis planes levantarme, el sonido sigue y sigue por lo que creo que son minutos o segundos. Se calla y me relajo volviendo a sumirme en el sueño...

—¿Bueno? Sí, soy yo —escucho la voz de Aline después de no se cuando tiempo—. ¿Qué? ¡¿Enserio?! —alza el tono con emoción—. ¿Hoy? Si, si, claro que puedo, estaré ahí, muchas gracias.

Mi cerebro rápido procesa sus palabras y entiendo con quién hablaba y porque su emoción. Oigo una exclamación de emoción que intenta ser reprimida, la cama se mueve como si estuviera pataleando por la emoción. Me hago la dormida, no quiero que empiece con pendejadas de querer abrazarme y ponerse de encimosa, el movimiento para y creo que se baja de la cama. La puerta se abre y se cierra, salió de la habitación.

Me volteo quedando boca arriba, tallo mis ojos y me estiro. Alcanzo mi celular para ver la hora, son las seis de la mañana, mierda, o no sonó la alarma o no la escuché y ya es tarde, odio llegar tarde a cualquier lugar. Pataleo apartando la sabana de mi cuerpo, me levanto y salgo yendo a mi habitación, alcanzo a ver a Aline en el borde de las escaleras hablando por celular, para mi desagrado ella también me alcanza a ver y corre hasta mí, se lanza sobre mi abrazándome y besándome con una enorme sonrisa.

—¡Gracias, gracias, gracias! ¡Me dieron el trabajo en el psiquiátrico y empiezo hoy! —exclama emocionada.

Finjo una sonrisa abrazándola de vuelta.

—Te lo dije, pequeña. Eras muy capaz de conseguir ese trabajo —le digo tomándola por las mejillas para que deje de besuquearme como lo está haciendo.

—Gracias por haberme dicho y llevado.

—Sabía que lo conseguirías y si empiezas hoy debes ir a darte una ducha ya porque yo debo irme en media hora.

Asiente repetidas veces, me da otro beso y corre a la habitación de la que acabo de salir dando saltitos por la emoción. Ridícula. Me meto en mi habitación dirigiéndome a la ducha, no tardo nada en bañarme, no tengo tiempo para quedarme bajo el agua. Rápido busco que ponerme, un vestido negro, tacones y bolso del mismo color, el cabello solo me lo desenredo, aplico mascara de pestañas y labial rojo.

Me apresuro a meter mis cosas en el bolso, espero que Aline ya esté lista, si no lo está la dejaré aquí. No voy a llegar tarde solo porque no se dio prisa. Por último, tomo la llave del Bugatti. Salgo de la habitación, me encuentro a Aline en el pasillo, viene sonriente y recién bañada, se puso la misma ropa, en el psiquiátrico se cambiará por el uniforme que le van a dar. Se acerca rodeando mi cintura y poniéndose de puntas para alcanzar mis labios.

—¿Lista? —pregunto y asiente—. Vamos.

Juntas bajamos por el elevador al estacionamiento, tengo un espacio para más de diez autos, no quiero a nadie cerca de mi auto, aquí solo tengo dos, el Bugatti y la Silverado, papá me ha comprado más, pero ya no me gustan y están en casa sin uso. Arrumbados en el garaje.

—¿Cómo está Norris? —le pregunto ya que hemos salido del edificio y avanzamos por las calles.

Mi pregunta la hace suspirar con pesadez.

—Mal, pasó la noche anterior, pero el doctor no da esperanzas. Dice que el estado de Norris es muy delicado, el doctor no cree que Norris pueda sobrevivir más de unos días. Mis tíos están desechos...

HarrietDonde viven las historias. Descúbrelo ahora