CAPITULO 7

112K 9.1K 1.8K
                                    


CAPÍTULO 7

La estúpida de la profesora extiende la clase dos horas hablando sobre trastornos mentales. Aline está a mi lado mirando a la profesora, pero sin prestarle atención. Esta nerviosa, inquieta, cada poco voltea a mirarme de reojo.

No me ha hablado y sé que esta avergonzada por lo de ayer. Lleva puesto un jean ceñido, tiene pocas curvas, pero no esta tan mal y una blusa negra sencilla. Va vestido demasiado sencilla, mucho para mi gusto.

Aline es atractiva y eso no lo puedo negar, su apariencia tan inocente es tan atrayente. Ojos cafés, tez blanca, cabello castaño, es delgada y de estatura baja, común, pero atractivo.

Mi atención ahora pasa a Eydan, quien está mirando a la profesora sin prestarle atención. Esta muy ocupado mirándome de vez en cuando, sonriéndome con picardía, tengo que admitir que tiene cierto encanto.

Ojos cafés que llegan a parecer negros, su mirada es penetrante, cejas pobladas, mandíbula un poco marcada y labios finos. Su cuerpo, abdomen marcado, brazos con músculos, no es exagerado, pero los tiene. Piernas atléticas, es alto y delgado.

Eydan no es el típico mujeriego, de hecho, es bastante tranquilo y decente, pero a la hora del sexo es totalmente otro y eso es tan caliente.

Me mira directamente a los ojos por unos segundos, me relamo los labios sonriéndole. Muerde su labio inferior, no estaría mal quitarme las ganas con él, de hecho, es una idea bastante buena. Tiene un buen tamaño y coge muy bien, duro, sabe cómo moverse, que hacer, donde tocar, sabe cómo hacerme llegar. Siento como una ligera presión comienza a aparecer obligándome a apretar las piernas.

Mierda, mi mente viaja a todas las veces que lo hemos hecho, todas con un buen orgasmo. En el auto, en el baño, en su habitación...

...sus dedos se entierran en mis caderas mientras arremete contra estas sin control, duro y rápido. Entra y sale sin ningún problema, esto tan húmeda que lo hace fácilmente. Mis manos están aferradas a la sabana de la cama, los gemidos abandonan mis labios, suelta ligeros jadeos sin detenerse.

Esta vez él tiene el control y me encanta. Me encanta, me encanta su actitud dominante, su mirada penetrante, su forma de intentar dominarme; esta es tan excitante.

Sus manos abandonan mis caderas para poner una al redor de mi cuello mientras la otra la utiliza para sostenerse, pues se ha inclinada sobre mí, claro sin dejar de moverse. La mano en mi cuello se aprieta, sus movimientos acelerándose y el nudo en mi vientre comenzando a formarse.

El cabello se le pega a la frente, sus pupilas están tan dilatas que hacen parecer sus ojos negros, el café casi desaparecido por completo, tiene la boca entre abierta soltando jadeos. Mis dedos se entierran en su espalda arañándola sin ningún tipo de cuidado y sé que le encanta.

-Si -jadea, su voz es grave.

El nudo en...

-Harriet -una voz, la de Aline me saca de mis calientes pensamientos. Venia lo mejor, el orgasmo.

La profesora ahora está en su escritorio sentada, esperando a que se entregue la actividad, yo por supuesto ya lo hice.

Hago un esfuerzo por no rodar los ojos, finjo una sonrisa volteando a verla- ¿SÍ?

-¿Estas molesta? -susurra mirando las hojas que están sobre la mesa.

Patética.

Frunzo el ceño, como si no entendiera.

-¿Por qué tendría que estar molesta? Aline si es por lo de ayer, ya te dije que todo está bien.

Aun sin mirarme dice-. Lo siento, enserio, no quise decir eso.

HarrietDonde viven las historias. Descúbrelo ahora