Harriet

CAPITULO 29

CAPITULO 29

Harriet.

Dorian sigue con la misma cara de idiota que hace varios minutos. Tiene el ceño profundamente fruncido, la mandíbula y los puños apretados. Me a maldecido por lo menos veinte veces. Con una sonrisa de superioridad lo miro directo a los ojos dándome cuenta de cómo su enojo incrementa con cada segundo que pasa.

Tiene esa oscura y fría mirada que tanto me excita. Bajo la vista a su entrepierna, la cual tiene un bulto bastante notorio e imposible de ocultar.

—Eres una estúpida.

—Eso dices siempre que quedas como estúpido —digo con diversión poniéndolo más furioso.

Cierra los ojos, respira profundamente, los abre y se pone de pie.

—¿Hasta cuando vas a seguir con esta mierda? —espeta molesto.

—¿Seguir con qué? —continúo provocándolo.

—Sabes a lo que me refiero.

Me encojo de hombros.

—No lo sé, me divierte jugar contigo y que siempre quedes como estúpido.

No responde, se queda de pie frente a mi lanzándome malas miradas. No quito la sonrisa de mi rostro. Me pongo de pie también, queda a solos unos centímetros de distancia, doy un paso eliminándola.

—Doctor Swann estamos en el trabajo, ¿podría ser profesional y comenzar a hablarme sobre los Dagger? —pregunto.

Me doy la vuelta, a propósito, hago rozar mi trasero contra su entrepierna. Lo escucho maldecir y rio. Me siento en una de las dos sillas que hay frente a su escritorio y lo miro a la espera de que haga lo mismo que yo.

—¿Te quedaras parado ahí como estúpido?

Aprieta los puños maldiciéndome una vez más. Toma varias respiraciones profundas intentando calmarse, tenso camina hacia su escritorio sentándose en la silla del otro lado de este. Recargo los codos en el escritorio descansando mi barbilla sobre mi mano. La posición le da una muy buena vista de mis senos. Fija la vista en estos para después pasarla a mis ojos.

—Aunque sentándote igual pareces estúpido —afirmo molestándolo todavía más.

Ignora mi comentario y habla.

—¿Qué mierda es lo que quieres saber?

—Todo.

—Corban es un psicópata y asesino. No hay nada más que saber —responde tajante.

—Antecedentes patológicos, personales y familiares. Historial familiar y personal...

—¿Por qué mierda te interesa tanto Corban? —me interrumpe.

Me encojo de hombros.

—Tal vez porque quiera cogérmelo —murmuro para provocarlo.

Frunzo el ceño cuando veo la forma en la que tensa la mandíbula y se agarra con ambas manos del escritorio. Cualquier atisbo de diversión que podría haber en su mirada a desaparecido por completo, me da una completamente fría y sombría mirada que a cualquier otro sin duda asustaría.

Es curiosa la forma en la que se molesta con cualquier cosa relacionada con Corban.

—¿Por qué no quieres que vaya con Corban? ¿Por qué te molesta cualquier cosa relacionada con él? —inquiero—. ¿Por qué con Hela y Erlik no tuviste problemas al darme sus expedientes? ¿Qué ocultas, Dorian?

—No sé de qué mierda hablas.

—Si lo sabes. ¿Por qué te molesta tanto? ¿Por qué no quieres que vaya con Corban? —repito las preguntas.