CAPITULO 64

33.9K 2.6K 826
                                    


Antes de que lean. En este punto de la historia tienen más que claro como es Harriet, ahórrense insultos o reclamos por su actitud mientras habla con su padre. Saben como es y siguen leyendo. Ahórrense sus comentarios. 

CAPITULO 64

Harriet.

—¿De dónde sacaste esto, Harriet? —repite la pregunta.

Su vista continua fija en la primera hoja, no se mueve, creo que ni siquiera respira.

—¿Por qué inventar tantas mentiras? Era más fácil contar la verdad, papá. Mis padres murieron en un accidente automovilístico, no me gusta hablar de ellos, no hay fotos porque no me gusta recordarlos... eres un mentiroso. Luther Neumman, tu papá y Herman Neumman, tu hermano, mataron a Kristin, tu mamá y ahora están en una prisión de Alemania cumpliendo una condena a cadena perpetua por ese asesinato. Luther y Herman son psicópatas, ambos. Mataron a tu madre sin ningún remordimiento y luego se regodearon de eso en tu cara. Nunca encontraste el cuerpo de tu madre y enterraste ataúdes vacíos en un cementerio fingiendo que eran las tumbas de tu familia.

»Cuando eso pasó, con todo el poder que obtuviste tomando el mando de todo, mandaste a, literalmente, desaparecer cualquier rastro de tu familia. Quitaste todas las noticias sobre ellos, cualquier información que pudiera encontrarse en internet, periódicos, revistas, artículos. No hay rastro de que tus padres hayan existido alguna vez, es como si solo fuesen un mito, no tengo idea que como hiciste que a la gente se le olvidara o no hablase de ello, pero hay un fallo porque alguien te ha estado amenazando con revelar todo lo que estoy diciendo. Corrección, lleva años amenazándote. Por eso nos encontramos en aquel hotel, estabas ahí viéndote con ella. ¿Cuánto le das a cambio de que mantenga la boca cerrada? ¿Por qué no utilizas todo ese poder que tienes para que deje de hacerlo? El gran José Freeman puede hacer lo que quiera.

»Harriet Neumman Miller, me quitaste el Neumman porque ese es el apellido de tu padre y me pusiste el apellido de tu madre; Freeman. Físicamente Kristin es igual a mí, nos parecemos demasiado. Tú te pareces muchísimo a tu papá, pero tienes los ojos de tu mamá. Brayden es idéntico a tu hermano; Herman, ¿por qué? Porque es su hijo, Brayden no es tu hijo, es tu sobrino y te hiciste cargo de él cuando tu hermano entró a prisión porque su madre lo abandonó apenas nació. Te...

—Ya, por favor, no sigas —susurra, apenas escucho su voz.

Continúa sentado, en la misma posición, con la única diferencia de que ha dejado los papeles sobre la mesa y está mirándome. Sus mejillas están empapadas por las lágrimas que salen de sus ojos sin control alguno, ni siquiera parpadea, las lágrimas caen solas. En sus ojos se ve reflejado el gran dolor que le causa este tema. Debo contenerme de rodar los ojos por esta escena tan ridícula. Nunca lo había visto llorar de esa manera, pero claramente no siento nada. Me armo de paciencia y trago saliva aparentando que verlo así me causa algo.

—¿Por qué mentir tanto? Era más fácil decir la verdad que inventar todo eso.

Papá cierra los ojos provocando que más lagrimas salgan de ellos, y niega.

—No, no es más sencillo —dice sin dejar de mover la cabeza en señal de negación.

—¿Entonces fue más fácil inventar todas esas mentiras? No te gusta hablar de ellos, no hay fotos porque no te gusta recordarlos...

—Eso no es mentira —me interrumpe, habla con la voz ahogada—. Me duele hablar de ellos, me duele recordarlos, sobre todo a mi madre... ¿Cómo iba a decirte que mi papá y hermano son asesinos? Que ellos mataron a... mi mamá. ¿Cómo iba a decirte que mi hermano fue capaz de asesinar a su propia madre? Que mi papá mató a su esposa. No podía, Harriet. Ver todo esto es como revivir ese momento, es estar ahí nuevamente enterándome de lo que pasó, no soporto hablar de esto. Siento haberte mentido tanto, inventar tantas cosas, pero me duele demasiado, duele igual que hace dieciocho años, es igual de horrible...

HarrietDonde viven las historias. Descúbrelo ahora