CAPITULO 70

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Igual que en el capítulo anterior un 1K de votos y se subirá el otro.

En el capítulo anterior se me olvidó mencionar a las personas a las que iba dedicado por la dinámica que hice en Instagram, pero aquí están en este; brendissssss Nickiii_NK 25_cm_De_ChristoperM waeng_junie

CAPITULO 70

Harriet.

Otra vez salí temprano del psiquiátrico. Cosa que me agrada. Al final Adam mandó al enfermero a su casa y de igual manera le dijo que mañana le dirá cuál fue su sanción. Para mi desgrado no pude ir a molestar a Dorian, todo el día tuvo consultas, una tras otra y yo tuve que quedarme con las ganas de hacerlo enojar. Recibí más llamadas y mensajes de papá, tal como antes lo ignoré.

Ahora me encuentro camino a la casa de Carl. Hablé con Aline por la tarde, no mencionó nada de que su primo había tenido un accidente, tampoco se escuchaba afectada, por lo que supongo que aún no saben. Es probable que alguien ya haya reportado el accidente de Norris y esté en el hospital, pero que todavía no hayan logrado saber quién es la familia.

Aline está en la acera esperándome cuando aparco el auto. Sonríe al verme bajar, se acerca rodeando mi cintura con sus brazos y poniendo de puntas para alcanzar mis labios. Me encorvo juntando nuestros labios en un beso que definitivamente propicia a terminar en la cama, hace bastante no me acuesto con ella, hoy lo haré. Se aleja jadeando por la falta de aire, yo me lamo los labios y limpio los de ella con mis pulgares, tiene las mejillas rojas, está acalorada y excitada.

—Hoy estarás gimiendo debajo de mí y no es pregunta —le aviso.

Una sonrisita se asoma en sus labios, aparta la mirada y me invita a pasar sin saber que responder a lo que dije. Alcanzo a ver como la cortina de la ventana del piso de debajo de cierra cuando la persona que la tenía abierta nos ve dirigirnos a la casa, no logro distinguir de quien se trataba, seguramente alguna de las chismosas de Rocío o Regina.

Estas mismas son las que están en la sala cuchicheándose no sé qué cosas, ambas se alegran de verme y lo demuestran con los abrazos y besos en la mejilla que me dan. Lizbeth 2 hace como que no me mira, vieja estúpida, también a ella la debería matar, me pongo ansiosa porque llamen para decirles que su hijo tuvo un accidente automovilístico.

Me invitan a tomar asiento.

—¿Cómo está su esposo? —miro a Regina.

—Mejor que ayer.

—Me alegra.

Regina sonríe.

—¿Ya comiste? ¿Tienes hambre? Estábamos por preparar la cena, puedes quedarte si lo quieres —habla Rocío.

—No tengo hambre, gracias.

—¿Un vaso de agua? ¿Jugo, refresco?

—Agua, por favor, pero antes ¿puedo pasar a su baño?

—Claro, ven te llevaré.

Me conduce al de arriba, porque el de la primera planta no sirve. Me limpio los restos de labial con un trozo de papel húmedo, luego aplico una capa nueva de labial. Me veo en el espejo y admiro lo buena que estoy, no por mucho pues salgo apresurada al oír el teléfono de casa sonar. Cuando bajo los hombres están en la sala. Lizbeth 2 es quien responde. Lo que sea que le diga la persona del otro lado le cambia el gesto, está entre confusión y preocupación.

HarrietDonde viven las historias. Descúbrelo ahora