CAPITULO 66

35.5K 2.6K 868
                                    

CAPÍTULO 66

Harriet.

Llego al hospital pasadas las nueve, hoy tuve muchísimo trabajo en el psiquiátrico, además tuve que llegar más temprano; a las cinco de la mañana y a las tres de la madrugada apenas estaba saliendo del Secret Sensations, al llegar a mi departamento me duché, vestí y me fui. No he dormido absolutamente nada y no tuve ni siquiera tiempo para desayunar ni comer.

No llamé a Aline ayer ni hoy, ayer solo le mandé un mensaje preguntándole por el estado de su padre. Respondió que estaba mejor supuestamente. Espero que sea así, quiero que se recupere y luego que vuelva a decaer. No me quedaré mucho tiempo, media hora a lo mucho, necesito dormir un poco o tal vez ir a ¨cenar¨ con el doctor otra vez.

El encuentro con mis sumisos fue bastante satisfactorio, descargué mi enojo con la sumisa, como siempre aguantó muy bien todos los golpes y el sumiso también, aunque a este no lo golpee con tanta fuerza. Luego de los golpes terminamos cogiendo unas cuatro veces los tres.

Tardo poco más de cinco minutos en encontrar un lugar de estacionamiento, tomo mi bolso antes de bajar. Para mi desagrado encuentro a Aline, Regina y Axel fuera del hospital, yo quería ver a ese hijo de puta. Están sentados en el suelo, como muchos otros. La primer mencionada me nota, sonríe al verme y se pone de anticipadamente, finjo una sonrisa.

Viene a mi cuando ya estoy cerca, me inclino para besarla y ella se pone de puntitas para encontrar mis labios. Noto como la gente se nos queda viendo, específicamente a mí. Tomo su rostro entre mis manos cuando nos alejamos, acaricio sus mejillas, ella suspira.

—¿Cómo estás?

—Me siento mejor ahora que estás aquí —confiesa apartando mis manos de su rostro para abrazarme.

Deja que lo haga y yo también lo hago, acariciando su cabello. La madre nos mira con una sonrisa y el estúpido serio y tenso. La aparto unos segundos después caminando a donde está Regina, a ella también la abrazo preguntándole por el estado de su esposo. Aline se va diciendo que irá al baño.

—Creo que mejor, por lo menos ayer y hoy comió todo lo que le dieron sin renegar. Supongo que es un avance.

—Lo es —apoyo. Regina sonríe—. ¿Por qué están aquí? ¿Acabó la hora de visitas?

—Están haciéndole algunos estudios a Mark y nos pidieron salir.

Asiento.

—¿Y usted cómo está?

Regina suspira.

—No puedo estar bien si Marc no lo está —solo con eso sus ojos se llenan de lágrimas—. Esto es muy estresante, no sé qué hacer.

Suspiro fingiendo tener empatía por la situación en la que se encuentra.

—Tranquila, yo los ayudaré en lo que pueda —le aseguro estirando mi brazo para apretar el suyo a modo de apoyo.

—No tienes porque, te lo agradezco, pero...

—Señora, sé que necesitan ayuda y yo puedo ayudarlos, al menos económicamente.

Aparta la vista mirando a cualquier lado menos a mí.

—Te lo agradezco muchísimo, pero no es tu responsabilidad, yo tengo que encontrar la manera de sacar a mi familia adelante mientras Marc se recupera. Axel trabaja y Aline comenzará a hacerlo. Encontraremos la manera de hacerlo —más que decírmelo parece decírselo a ella misma—. ¿Cómo está Aline? Se que no me dice la verdad.

—Está muy afectada por todo lo que está pasando. Por su papá, por el dinero, por la universidad, por un trabajo... No quiere dejar la universidad, pero dice tener que hacerlo para poder trabajar, yo no creo que sea necesario que la deje, puede encontrar un trabajo que le permita seguir estudiando.

HarrietDonde viven las historias. Descúbrelo ahora