CAPITULO 8

113K 8.8K 3.2K
                                    

No provoque un problema solo por la satisfacción emocional a corto plazo.
-Hannibal Lecter.

Capítulo 8

Me observo en el reflejo del espejo y lo que veo me encanta, el vestido rojo de lentejuelas se en vuelve mis caderas de forma hipnotizante, es corto y la abertura en la espalda lo hace aún más atrevido. Tiene algo de escote, llevo unos tacones y un bolso de mano. El maquillaje no es algo que me guste, tampoco lo necesito, así que lo único que llevo es un labial rojo, mascara de pestaña y delineador negro. Mis ojos resaltan en contraste con el rojo.

Salgo de mi habitación, poco antes de llegar al borde de las escaleras escucho pasos detrás de mí, no termino de girarme cuando una mano me toma de la parte trasera del cuello jalándome y dejándome de cara contra la pared. Su cuerpo se pega al mío y rápidamente puedo notar su erección en mi trasero.

Dorian.

-¿Duro tan rápido? -murmuro divertida.

-Duro días.

-¿Días? -me burlo.

Su mano que aún está en mi cuello se desliza a la parte delantera del mismo obligándome a echar la cabeza hacia atrás, fácilmente podría liberarme de su agarre, pero no quiero hacerlo, forcejeo un poco haciendo que ejerza más presión.

-Días, Harriet y es tu puta culpa. Ese puto vestido que llevabas, la manera en la que me provocaste

Su mano libre baja por mis muslos adentrándose en mi vestido, toca estos mismos lentamente, Dorian sabe cómo provocar. -No sé porque mierda te sigues resistiendo, lo quieres, ya lo admitiste. Ya te dije lo que quiero, vas a obtener lo que quieres ¿ahora porque mierda lo haces?

-Por gusto, ¿no te das cuenta de lo divertido que es verte así? Desesperado por bajarte esa erección, desesperado porque nadie puede quitarle, nadie que no sea yo.

Paro el trasero restregándome contra él, lo siento crecer. La mano en mi cuello se aprieta, obstruyendo ligeramente en paso del aire, la presión entre mis piernas comienza a aparecer.

-¿Acaso soy el único que sufre por eso?

-Yo si tengo a muchos quienes me bajen la calentura y lo hacen bastante bien. Me dan unos orgasmos que solo de recordarlos hacen que me moje.

La mano dentro de mi vestido acaricia la parte interna de mis muslos lentamente, tentándome y provocándome.

-Nadie te dará un orgasmo como yo lo haría, puedo darte uno mejor simplemente tocándote que ellos metiéndotela.

Unos pasos acercándose hacen que Dorian se aleje y rápidamente se adentre en la primera puerta, que es uno de los baños. Aliso el vestido dándome la vuelta, el pasillo esta oscuro por lo que no puedo distinguir quien es hasta que ya está a unos pasos de mí; Carlos.

Este estúpido, Lizbeth y el pendejo. Mara y Richard han estado aquí todo el día. Esta semana parece que no han tenido nada que hacer, pues todos los días han estado aquí y ya me tienen harta.

Con la luz que sale de las habitaciones logro ver la mirada de Carlos posarse en mis piernas y luego ir a mis senos. No sé si sea su estupidez o el hecho de que cree que no puedo verlo, pero pasa su mano por su entrepierna a la vez que se muerde el labio de una forma asquerosa.

Bajo al primer piso, mis padres, los de Dorian, Brayden y Lizbeth me observan como si no totalmente sorprendidos por el vestido que llevo. Papá suspira profundamente negando al igual que Brayden.

Lizbeth hace una cara de disgusto mientras Richard me da un rápido repaso, no es tan malo disimulando. Richard es bastante atractivo.

-¿Saldrás vestida así?

HarrietDonde viven las historias. Descúbrelo ahora