CAPITULO 22

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La sociedad quiere creer que puede identificar a las personas malvadas, o a las personas malas o dañinas, pero no es factible. No hay estereotipos.
-Ted Bundy.

CAPITULO 22

A.A

Aprieto con fuerza el volante. Estoy furioso, molesto y desesperado. No sé a dónde mierda me dirijo, solo tomé mi auto y comencé a conducir. No pienso en nada, mi mente está en blanco, solo una cosa pasa por mi mente y es matar. Necesito matar. Lo necesito.

Soy consciente de que estoy fuera de control, llevo semanas fuera de control. Ya intenté cientos de cosas para intentar calmarme. Nada a funcionado. No entiendo que mierda me pasa. Nunca había estado así.

Necesito volver a matar y ver la vida escapar de sus ojos. Su expresión de horror y la sangre saliendo de su cuerpo. Necesito de nuevo el placer y excitación de eso me causa.

Ya no me satisface matar a una por semana. No, necesito mucho más que eso. Maté a cinco en menos de una semana, no pude controlarme. Estaba tan ansioso y desesperado que no pude resistirme.

Pude cometer un error por eso desesperación, afortunadamente no fue así. Pero ya no se que mierda más hacer para poder controlarme. No quería admitir esto, pero necesito ayuda y solo hay una persona que puede ayudarme.

Me detengo en un semáforo, cierro los ojos por unos segundos y respiro profundamente. Cuando los abro miro a mi alrededor para saber donde estoy, una vez que me ubico comienzo a aclararme las ideas y pienso a donde ir.

Sin dudarlo un momento comienzo a conducir hacia Secret sensations. Un lugar donde puedes cumplir cualquier fantasía sexual que tengas. Una regla del lugar es siempre llevar antifaz, así nadie sabe quien eres y puedes disfrutar tranquilamente.

El lugar me revise con la música a tope, al entrar parece un bar común. Sin perder tiempo me dirijo a la puerta que da a una enorme estancia donde hay personas teniendo sexo. En una esquina, contra la pared esta una mujer gimiendo mientras alguien se la mete. Le aruña la espalda y eso parece excitarlo más.

Contra un sillón dos hombres se cogen a una, esta gime, grita pidiéndoles más. En una cama otros haciendo una orgía. Tres se la meten a una mujer, mientras esta se la chupa a otro y masturba a otros dos.

En otra cama están dos mujeres, una le hace un oral a la otra. Me quedo observando a estas un momento. La mujer se arquea abriendo las piernas gimiendo sin parar, la otra le mete dos dedos, chilla pidiéndole más.

Sigo caminando hasta llegar a otra puerta que da a otra estancia, esta es de sadomasoquismo. Una mujer esta atada una silla, mientras varios hombres la golpean con látigos, ella grita de placer. En una esquina contra la pared hay una mujer suspendida del techo, varios hombres la golpean, le gritan mientras esta gime.

Otra mujer esta atada a una silla, con las piernas en el respaldo, la espalda sobre el asiento y la cabeza colgando. Un hombre le mete toda la mano y parte del brazo mientras otro la golpea. La mujer grita de placer, pero también llora. Otro hombre se arrodilla frente a ella metiéndole la polla en la boca con fuerza.

Un mano sobre mi hombro me distrae.

-¿Quieres jugar? -me susurra una atractiva voz.

Una castaña bastante buena vestida con solo unas bragas. La tomo del brazo llevándola a una cama, cierro la cortina detrás de nosotros y la lanzo a la cama. Abro uno de los cajones de un mueble sacando algunas cuerdas. La castaña sonríe mientras me acerco a ella.

Le ato ambas manos por las muñecas y luego las llevo por encima de su cabeza atándolas a los tubos de la cabecera de la cama. Me pongo de pie para quitarme la ropa y la observo. Atada igual que mis víctimas. No. Alejo esos pensamientos.

HarrietDonde viven las historias. Descúbrelo ahora