CAPITULO 65

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CAPITULO 65

¿?.

Necesito verla. Necesito verla. Necesito verla.

Ha sido demasiado tiempo sin verla.

Necesito ver sus preciosos ojos azules. 

Necesito ver su preciosa sonrisa. 

Necesito ver su precioso cabello. 

La necesito a ella, todo de ella. Quiero tocarla, abrazarla, estrujarla contra mi cuerpo... Besarla mientras recorro todo su cuerpo con mis manos, apretujar sus generosas curvas, tener sus piernas envueltas en mi cadera y sus manos aruñando mi espalda mientras la embisto.

Esa escena no sale de mi cabeza. He perdido la cuenta de la cantidad de veces que me he imaginado así con ella y de la cantidad de veces que lo he soñado. No sale de mi mente en ningún momento, la tengo siempre presente, no importa si es para bien o para mal, siempre la tengo en la mente.

La mayoría de las veces es imaginándonos juntos. Siendo felices. Imaginando que me ama tanto como yo la amo a ella, la amo muchísimo, no había sentido nada así por nadie, nunca con tanta intensidad y pasión. Nadie que haya conocido antes es como ella. Es única en todos los aspectos posibles.

Desde su físico hasta su personalidad.

Me encanta todo de ella.

Sus ojos, sus labios, su piel, sus senos, su trasero... No he tenido la oportunidad de convivir con ella y eso ha hecho que no conozca tanto de ella como me gustaría y que ella no me conozca, pero ya tendremos tiempo cuando estemos juntos ya tendremos tiempo para conocernos.

Sigo enojado por la escenita que hizo con el imbécil ese en el club. Esa asquerosa escena es difícil de sacar de mi cabeza, no puedo superar que otro haya tocado todo lo que es mío, porque ella es mía, completamente mía y solo yo puedo tocarla así, nadie más. Me pertenece y solo yo tengo el derecho de ponerle una mano encima.

Estoy enojado con ella por dejar a otro tocar lo que es mío, no debió hacer eso y me costará perdonarla y olvidarme de eso, sin embargo, se que solo al mirarla sonreiré como un estúpido. No puedo evitarlo, ella me hace sentir demasiado. Es demasiado preciosa como para hacerle un mal modo.

He intentado saber quien es ese con el que estaba, pero no he tenido éxito.

No puedo más con las ansias de verla y por eso vine a al club. No había tenido la oportunidad de hacerlo, él no había salido de ahí y no podía irme así, haría preguntas y no soy muy bueno mintiendo. Aproveché que hoy salió para venir, pero debo apurarme. Espero que esté aquí y espero que no esté con el imbécil ese.

Entro en el club, le doy un rápido vistazo al bar, no está. Sigo mi camino entrando a donde verdaderamente es el club, tengo que revisar varias áreas para encontrarla, las escasas veces que la he visto aquí a estado en diferentes áreas. Camino entre los sofás de la primera estancia, sobre ellos hay infinidad de personas desnudas o a medio vestir tocándose, besándose y cogiendo, otras ven el baile erótico que hace una mujer en el centro de los sofás en un tubo, sobre una plataforma.

Es atractiva, pero no me interesa nadie más que ella.

Solo tengo ojos para ella.

Me adentro más en el club, ruego por encontrarla sola. No soportaría verla con ese idiota otra vez, no creo poder controlar echármele encima y matarlo. Respiro hondo, no me voy a alterar, hay una posibilidad de que esté sola. La he visto con otros u otras y claro que me ha molestado, pero no fue al nivel de verla con él. No sé si fue el deseo con el que lo miraba, el gusto y la desesperación con el que lo besaba, la manera de disfrutar lo que le hacía... o una mezcla de todas.

HarrietDonde viven las historias. Descúbrelo ahora