Misterio atrayente.
Peligro mortal.
Belleza hipnotizante
Basta con verla una vez para que caigas en su encanto y no saldrás de él, a menos que mueras... o te mate.
Su juego empieza y solo se termina cuando ella lo quiera.
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Portada r...
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Antes, miren qué ilustración más hermosa de la escena donde Dorian entra en el dormitorio y se encuentra a Harriet durmiendo en el capítulo anterior 🖤🦋
Ilustración hecha por: @cecyygab.draw en Instagram 🫶🏻
CAPÍTULO 82
Harriet
1 semana después...
Ha pasado una semana desde el entierro de Norris, todos los días, después de salir del trabajo he ido a su casa para estar con Aline y acompañarla en su dolor como la buena novia que soy. Que obviamente no tuvo nada que ver con la muerte de ese idiota. En realidad, voy a ver sufrir al hijo de puta del padre.
Toda la familia está destrozada, sobre todo la madre y el padre, que este último es quien más me interesa que sufra y lo está haciendo de una manera demasiado satisfactoria. Sin embargo, no me es suficiente y el plan tiene que seguir, así que ya tengo quien de esos hijos de puta será el siguiente en sufrir de esa manera.
Papá me llama todos los días, en la mañana, tarde y noche. Al igual que mamá. No sé para qué si cada hora les está preguntando a sus guardaespaldas, los cuales me siguen 24/7, si estoy bien.
Mi foto sigue en redes sociales, ya no porque esté desaparecida sino por mi belleza. Miles de comentarios sobre eso, no culpo a nadie. Es entendible, nunca habían visto a una como yo. Además, no voy a negar que me encanta la atención.
Mi semana se ha resumido a eso y a tratar a todos mis pacientes con los que me atrasé por los tres días que no estuve presente. Principalmente con Erlik, de hecho, es con él con quien empieza mi día. Es con quien más tardo en las sesiones y prefiero que sea el primero, pues no tengo pacientes temprano.
Entro al psiquiátrico saludando al guardia y mirando de reojo a los pacientes que están en la sala de espera. A los guardaespaldas los dejé afuera, ya me tienen harta.
—Mira, ya llegó —escucho decir a Adam, quien está acompañado de Eydan.
Este voltea, una sonrisa se forma en su rostro y suspira aliviado.
—Buenos días —digo al llegar a su lado, están en la recepción. Lugar que está solo, pues Adam les dio dos semanas a Katie y a Aline por sus respectivas pérdidas.
Adam me saluda con un «buenos días» y solo eso. Me ha estado evitando desde que cogimos.
Cuando menos lo espero tengo a Eydan rodeandome con sus brazos, me quedo quieta. Creí que ya había pasado la etapa de los abrazos por mi desaparición, pero por lo visto no.
—¿Estás bien? —me pregunta al alejarse tras darse cuenta que no le devolveré el abrazo.
Ahí vamos otra vez con esa puta pregunta.
—¿Me ves mal? —respondo haciendo que sonría más.
—Me tomaré eso como un sí.
Me alejo entrando a la recepción por la hoja que debo firmar.
