-Siempre puedes decir que soy tu pequeño secreto -me dijo cogiéndome la mano delicadamente.
-No, porque no lo eres -respondí mirándole fijamente y evitando el contacto físico con él.
Mi corazón iba a mil por hora. Comenzaba a dudar de mí misma.No, no podía rendirme ahora. Tenía que seguir con aquella postura de chica dura.
-¿Estas segura? -me preguntó.
-Totalmente.
ESTÁS LEYENDO
MY LITTLE SECRET
Fanfiction-Te odio. -No sabes lo que dices. -Créeme, sí lo sé. No he estado más segura en la vida. -Acabarás queriéndome. -Lo dudo.