29- Amigos... mejores amigos...

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Salimos del restaurante y nos dimos cuenta del ruido que habíamos estado soportando durante toda la comida. En el centro comercial lo único que se escuchaba era la música de fondo, lo cual hacía aún más incómoda la situación por el silencio que reinaba entre nosotros.

-¿Te apetece bajar? -me preguntó Brad señalando con la cabeza las escaleras mecánicas, de manera tímida. ¿¿Dónde había quedado aquel tipo chulo al que me habían presentado hace un tiempo en mitad de la nada??

-Mm vale -respondí colocándome un mechón de pelo por detrás de la oreja- podemos dar una vuelta y luego si quieres ir al cine o algo...

Se detuvo un segundo, antes de colocar un pie en el escalón de la cinta, y se quedó mirándome con una leve sonrisa en la cara. Mierda, no. No podía estar pensando cosas que no eran.

-Bradley yo... -intente cortar sus pensamientos antes de que se imaginase cosas que se alejaban de la realidad.

-Lo entiendo. Cine. Como amigos. A eso te referías, ¿no?

-Emm -al final iba a ser más listo de lo que pensaba...- sí.

-Tranquila...

Seguimos caminando en silencio, hasta llegar a un kiosko.

-Voy a comprar una pirueta -comenté sacando la cartera- ¿quieres una?

Brad asintió con la cabeza y me aproximé a comprar dos en forma de corazón y de fresa.

Me atendió una chica jovencita, aunque con cara de pocos amigos. Tras darle las gracias y recoger el cambio, regresé con Bradley, que me estaba esperando en un banco al lado de una zapatería.

-Siempre me han encantado este tipo de piruetas -dije intentando establecer un nuevo tema de conversación entre nosotros, por muy absurdo que fuese.

-Son como... una droga... ¿no crees? -respondió riéndose. Entonces sus ojos se detuvieron en un punto detrás de mí.

-¿Qué ocurre? -pregunté antes de girarme. Siempre me había gustado intentar disimular, aunque me estuviese muriendo de ganas de darme la vuelta inmediatamente.

-Yo que tú no... -pero entonces no lo pude evitar.

Giré levemente el cuello, encontrándome con la imagen de Shane y Brit unidos en un beso, en el que literalmente las manos de él estaban en el culo de aquella zorra y las manos de esta estaban tocando partes que deberían evitarse estando en un lugar público.

-Joder... ¿es que está todo mi instituto aquí o...? -musité intentando parecer que me daba asco, que así era en realidad, pero sin que se notase la puñalada que acababa de sentir en el pecho.

-Lo siento -comentó Brad posando su mano sobre mi pierna para intentar tranquilizarme- ¿nos vamos a otro sitio?

-Em... -dije sin quitar los ojos de aquella jodida pareja- necesito ir al baño.

-Vale, vamos.

Se puso de pie y me tendió el brazo para ayudarme a incorporarme. A continuación nos dirigimos al final de aquel largo pasillo, hasta encontrar los servicios en un rincón a la derecha. Dejé a Bradley con mi bolso esperando fuera, y entré en aquel lugar.

No dudé ni un segundo en entrar en la última cabina y encerrarme dando un gran portazo. En ese mismo instante, ya estaba llorando.

-Mierda, mierda, mierda -resoplé sentándome en la taza del váter y dando patadas a ninguna parte.

¿Cómo había podido ser tan imbécil de haber pasado tanto tiempo estando enamorada de un tío como ese? Lo peor de todo es que no me había dado cuenta de que él estaba colado por Brit.

MY LITTLE SECRETDonde viven las historias. Descúbrelo ahora