-¿Sois novios?
Sin quererlo empecé a toser y Bradley se encargó de responder por mí.
-No, peque... -me miró y volvió a acercarse a mi hermano.
-¿Por? -puso su típica carita de pena, esa que me ponía siempre cuando le metía a la cama y decía que no tenía sueño o como cuando quería tomar más chocolate pero no podía.
-Mmm -me encogí de hombros- ¿y tú por qué haces tantas preguntas?
-Porque me gusta... -respondió Drew con una sonrisa vencedora.
Aproveché ahora que se había calmado un poco para cambiarle completamente de ropa.
-Mierda... ahora vengo, voy a por tus zapatillas -vale, sé que estaba siendo un poco o demasiado protectora, más de lo que suelo ser yo, pero había estado demasiado tiempo ingresado como para andarse ahora con tonterías. Tenía que aprovecharle al 100%. Joder, estaba hablando como si se fuese a morir...
-Le voy a decir a mamá lo que has dicho... -replicó mi enano.
-Uy... Liberty... -empezó a decir el chico de rizos- Decir palabrotas esta muy mal... y muy feo.
Empezó a reírse y, tras sacarle la lengua, salí de la habitación dispuesta a recoger el calzado de Drew.
Estarían en la habitación de mis padres así que avance por el pasillo hasta dicha habitación.
Antes de que me diese tiempo a abrir la puerta, alguien me agarró del brazo y me metió rápidamente en el cuarto de baño que había al lado.
-¿Estás...? -no me dejo continuar- Loco.
Sin darme tiempo a reaccionar, Tristan había juntado sus labios con los míos.
Inconscientemente abrí la boca para dejarle paso, al mismo tiempo que sus manos ascendías y descendían por mi cintura. Me volvía loca.
Pero... no.
-¿Se puede saber qué haces? -pregunte separándome de él al cabo de unos segundos.
-Darte los buenos días como te merecías.... aunque igual es un poco tarde... -señaló el reloj.
A continuación se pasó la mano por el pelo y guiñó uno de sus preciosos ojos azules.
-¿Sabes qué? -dije acercándome hasta estar a unos centímetros de él.
-Lib... -notaba como se aceleraba su respiración por momentos- dime.
-¿Los buenos días? Se los das a tu novia.
Dicho esto, le di un golpe en el pecho y salí del servicio dejándole ahí de pie, solo.
Cogi las zapatillas de Drew y volví a la habitación.
Brad tenía en brazos a mi hermano y lo movía por la habitación como si fuese un avión.
-Maas alto mas alto -decia el peque de 5 años.
-Eh, que quede claro que hago pesas... pero es que... chaval, no puedo levantarte más arriba.
No pude evitar soltar una carcajada.
-¿Ahora nos espías? -Bradley se giró en mi dirección.
Resoplé e intenté poner buena cara. Después de lo que acababa de pesar no podía estar tranquila...
-No, solo os estaba observando sin que me vieseis -respondí acercándome a ellos.
Tristan entró en la habitación, sentándose en la cama.
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MY LITTLE SECRET
Fanfiction-Te odio. -No sabes lo que dices. -Créeme, sí lo sé. No he estado más segura en la vida. -Acabarás queriéndome. -Lo dudo.