Nos metimos los dos en la habitación de la banda.
El cuarto ahora sí que estaba hecho una pocilga pero teniendo en cuenta que en unas horas tendrían que tener todo listo en las maletas, no había de qué preocuparse. Al fin y al cabo lo iban a tener que recoger ellos así que... no había de qué preocuparse.
Cogí con la punta de los dedos varias camisetas sudorosas que había encima de la cama (miedo me daban... no quería ni pensar cuánto tiempo llevaban ahí), las tiré al suelo y me senté en la cama de un salto.
-¿Por dónde vas a empezar? -pregunté riéndome observando toda la habitación. Le iba a llevar un buen rato dejar la habitación tal y como estaba cuando se instalaron en esta casa por primera vez. O, por lo menos, su parte.
-Por encontrar mi ropa, eso lo primero. No sé por qué mierdas Connor siempre se equivoca y se pone mis gayumbos. Lo peor de todo es que se olvida de dónde los deja.
-Ah... pues bien... -comenté sin mostrar demasiado entusiasmo. Imaginarme a los chicos compartiendo ropa interior no me apasionaba mucho, la verdad.
-Mira, ahí tienes unos -dije señalando la pata de la silla, donde estaban enganchados un par de calzoncillos con dibujos de coronas de princesas. No pude evitar soltar una carcajada.
-No son míos, lo juro.
-Ya... seguro.
-Te lo juro. Además no son de mi talla -me guiñó un ojo pero automáticamente volvió a su comportamiento normal y civilizado- ¿Tú ya tienes todo preparado? -me preguntó Brad mientras intentaba doblar una camiseta blanca de tirantes con un dibujo pintado en negro. No sé si era una cruz o una calavera, no lo veía muy bien.
-Anda trae, que te ayudo -salté de la cama y me coloqué a su lado- Me falta todavía hacer la maleta pero vamos... que no tardo mucho. ¿Cuánto tiempo vamos a estar fuera? Es por calcular lo que tengo que llevar y tal...
-Unas dos o tres semanas, no sé. Tengo que hablarlo con el manager.
-Va, perfecto.
Acabé de doblar la camiseta -por suerte tenía bastante práctica, es lo que tiene trabajar durante el verano en tiendas del barrio- y la metí en su maleta... o maletón mejor dicho.
-¿Hay que doblar alguna otra? -pregunté haciéndome una coleta alta para evitar que el pelo se me fuese a la cara todo el rato.
-Mmm bastantes más, la verdad.
-Pues pásame una, coge tú otra que te enseño.
Es que ahora que lo pienso, daba vergüenza aquella situación. Yo enseñando a un chaval de unos 19-20 años cómo se dobla una camiseta... ¿Pero no ha tenido vida o qué pasa?
No, pero no lo digo en plan mal. Es más... era gracioso ver cómo ponía tanto interés en que le quedase todo perfecto. Sus ojos se entornaban y su lengua mojaba sus labios cada pocos segundos, de manera inconsciente diría yo.
-Esto... ¿Soy la única chica que vaya de gira? -pregunté. Era algo en lo que había estado pensando mientras intentaba dormirme esa noche. Por una parte quería serlo, quería probar nuevas experiencias pero por otra parte... me aterraba.
-De momento... sí -contestó sonriendo, mostrando su perfecta sonrisa- Siéntente privilegiada, Erty.
-Vete a la mierda, Will.
Me sacó el dedo del medio, a lo que yo le saqué la lengua. Sabía que le reventaba que le llamase así, al igual que me reventaba que el me llamase como me llamaba Drew.
-Vale... pues las camisetas ya están -dijo Bradley poniendo los brazos en jarra y resoplando- Solo me quedan las camisas y los pantalones.
-Leggins.
-Pantalones.
-Lo que sea.
Nos reímos los dos.
-¿Y esto? -pregunté cogiendo un peluche. Probablemente era el que habían ido a buscar todos al coche como si fuese algo vital.
-¿El qué? -se giró para mirarlo- Ah... es algo así como un amuleto para Tris. Siempre lo lleva en la batería.
Al escuchar ese nombre no pude evitar sentir una punzada en el estómago.
¿Por qué me sentía tan horriblemente mal?
-Cosas suyas -dijo cogiendo el peluche y lanzándolo al rincón donde podía distinguir varias camisetas con estampado de leopardo y varios pares de Vans descolocados.
-¿Y tú tienes algún amuleto? -pregunté intentando distraerme de aquellos pensamientos. Tris debía desaparecer de mi mente. YA.
-No me hace falta ninguno... -se quedó mirándome unos segundos, a lo que no respondí nada.
-Ya...
-Bueno, ¿me puedes lanzar la bandana que tienes a tu izquierda, por fa? -me preguntó señalando otro montón de ropa.
Cogí la bandana blanca y se la lancé con demasiada fuerza. Vale, sé que es un trozo de tela y que es inofensivo... pero no me di cuenta de que estaba enganchada al cable del portátil... así que le fue todo de golpe.
-Si te quieres quedar con mis cosas solo tienes que decírmelo, eh... no hace falta que me mates.
Le saqué la lengua pero él no dudó ni un segundo en atacarme.
Me agarró de las piernas, tirándome a la cama.
-Vale, vale... perdona -dije entre risas mientras intentaba escaparme.
-Ya, ya... date cuenta que vamos a pasar todos los días juntos... y no me gustaría que de mientras alguien estuviese maquinando planes para acabar conmigo.
Empezó a hacerme cosquillas y sin querer empecé a patalear sin darme cuenta dónde se movían mis piernas.
-Hija de... -se quejó el pelo repollo mientras se tumbaba en la cama, con las manos en sus partes, retorciéndose de dolor.
-Mierda... Brad, ¿estás bien? -me incorporé rápidamente.
-Sí... solo... déjame unos segundos... -comentó intentando que su voz sonase lo más normal posible.
-Brad, en serio... ¿estás bien?
Empezó a quitarse el cinturón.
-Si quieres me voy... -dije al ver que se desabrochaba la bragueta.
-No voy a hacer nada... necesitaba aflojármelo.
Respiré aliviada.
-¿Estás bien? -insistí por tercera vez en menos de un minuto al ver que su cara estaba más roja que de costumbre... y eso ya es decir.
-Sí... -respiró entrecortadamente- creo que sí.
Me tumbé a su lado y le di un beso en la mejilla.
-¿En serio?
Su respiración seguía siendo agitada.
-Sí...
En ese momento se abrió la puerta.
-¿Qué coj... estáis haciendo?
Holaaa
¿Qué tal todo?
Mmm nuevo capítulo... ¿qué opináis?
PREGUNTA DEL DÍA:
¿Quién ha entrado en la habitación?
¿Y qué haríais si estuvieseis tumbadas al lado de Brad?
Besoooos (comentario y voto please)
![](https://img.wattpad.com/cover/33267236-288-k413584.jpg)
ESTÁS LEYENDO
MY LITTLE SECRET
Fanfiction-Te odio. -No sabes lo que dices. -Créeme, sí lo sé. No he estado más segura en la vida. -Acabarás queriéndome. -Lo dudo.