MY LITTLE SECRET

2- ¿Qué es lo que quiere?

Por desgracia aquel chico no estaba dispuesto a darse por vencido y vino corriendo hacia mí.
-No se equivocaron tus padres al ponerte el nombre ehh, Liberty -dijo remarcando la última palabra entre jadeos- ¿Se puede saber por qué huyes de mí?
-Porque me das pena -dije acercándome al resto del el grupo- ¿o no te das cuenta de cómo te comportas?
-Eres la primera que se atreve a plantarme cara, ¿lo sabías?
-Alguien tenía que decirte la verdad algún día -me crucé de brazos.
-"5 MINUTOS Y EMPEZAMOS" -gritó alguien a través de un megáfono.
-Vamos, tíos -dijo uno de los integrantes haciendo un gesto al resto para que le siguiesen.
-Que pena que tengas que irte -dije de manera irónica a Tris, digo Tristan. No pensaba darle la satisfacción de referirme a él como él quería... me negaba rotundamente. *Nota mental: Tristan, no Tris.
-Lo sé, cariño. Pero tú y yo tenemos una conversación pendiente -respondió echando a correr para no quedarse atrás dejándome con la palabra en la boca.

Me aproximé a un sitio en el que había varias sillas y tomé asiento.
-Veo que ya te vas integrando...
Era mi padre, que me sorprendió por detrás. ¿Es que aparecía siempre de la nada?
-No te creas. Van un poco de sobrados, ¿no? -comenté temblando ya que hacía un frío que pela.
-No les juzgues antes de conocerles... Bueno, me voy que toca currar. ¿Necesitas algo? -me preguntó sonriendo.
-No.

Entonces me quedé sola, cosa que agradecí.
Necesitaba tranquilidad, aunque sea durante al menos cinco míseros minutos... Tenía que centrarme en mis cosas y pensar en cómo organizar esa fiesta que había tenido que posponer... Y no podía olvidarme del tema relacionado con Shane...
-Libertyyy -gritó alguien.
Genial. Parece ser que iba a ser imposible descansar un poco.
-¿Qué quieres? -pregunté poniéndome de pie delante del chico de la camisa de cuadros que ahora iba tapado con una manta- ¿Quién eres?
-Brad. Esto... Venía a decirte que si quieres te puedes acercar a la zona de rodaje -nos quedamos en silencio los dos hasta que él decidió explicarme por qué había venido en mi busca -Tris anda preocupado por si te come algún leopardo o algún animal por aquí... cosas que se le ocurren solo a él.
-Pues dile que prefiero ser devorada por uno de esos que verle la cara.
Aquel chico empezó a reírse descontroladamente.
-¿Y si te lo pido yo? ¿Vendrías? -dijo retirándose los rizos de la cara.
-Tampoco.
No iba a ceder tan fácilmente ante unos desconocidos.
-Anda. Toma -se quitó la manta que le cubría y me la colocó encima de los hombros- he visto como tiemblas del frío.
-Gracias -dije sin mirarle a los ojos.
-BRADLEY WILL SIMPSON DONDE DEMONIOS TE HAS METIDO -gritó una voz que me resultaba familiar. Era el idiota de Tristan.
-Anda, vete antes de que venga a buscarte y tenga que aguantarle de nuevo -dije riéndome.
-¿No vienes? Vamos a grabar ahora la tomas finales del videoclip.
Resoplé y me puse a caminar a su lado.
-Tris me ha contado lo tuyo... y tu enfado-empezó a decir mientras se metía las manos en los bolsillos del pantalón. Tendría que estar helado con tan poca ropa...
-Genial. Ahora sé a quién no debo contarle las cosas... -repliqué.
-Pues te advierto de una cosa... No te va a dejar en paz hasta que consiga lo que él quiere.
Llegamos a la zona en la que estaban todos preparados para rodar.
-¿Y qué es lo que quiere? -pregunté mirándole a los ojos. Era de la misma altura que yo.

"LUCES, CÁMARA...."
Brad se fue corriendo y entró en una gran caravana que estaba en mitad de la nada y que llevaba sel nombre del grupo en letras bien grandes en la parte de fuera.
Más tarde tendría que contestarme a esa pregunta... ¿Qué quería aquel chico de mí?

Comenzó el videoclip con Tristan corriendo con un montón de mierdas y después se subió a la caravana en la que le esperaban el resto de integrantes. La música comenzó a sonar.
Era la primera vez en mi vida que escuchaba esa canción y en especial sus voces. Eran muy particulares. Si las hubiese escuchado antes las habría reconocido y recordado perfectamente.
¿De verdad eran famosos?
Durante la tarde tuvieron qué repetir varias escenas ya que les entraba la risa o saltaban con cualquier tontería fuera del guión.
No sé cómo la gente podía aguantarles...
-Ahora viene lo mejor -gritó el de las mechas mientras se bajaba de la espalda de Tristan- A la de tres... 1...2...3
Entonces se quitaron todos los abrigos que se habían puesto para protegerse del frío y se quedaron simplemente con una camiseta.
-¿Estáis locos? -grité pero me ignoraron completamente.
-Va... Ahora sin cachondeo, ¿eh? Que se me está quedando todo congelado y cuando digo todo es todo -dijo Brad amenazando a los otros tres mientras les señalaba con el dedo.
No pude evitar reírme. Era una situación un tanto extraña: un chico diminuto hablando seriamente con unos que le doblaban la altura.