MY LITTLE SECRET

11- Jaffa cake

El vídeo había quedado realmente bien... Tanto que no me lo esperaba así.

-¿Sabes que ya tiene medio millón de visitas? -comentó Connor mirándome con sus ojazos azules.

-¿Ya? -exclamé sin poder creérmelo- ¡Pero si lo acabáis de colgar!

-¡¡Ya!! Yo tampoco me lo creo -dijo James sonriendo.

-Si somos buenos, ¿qué le vamos a hacer? -añadió Tristan con su típica chulería lo que me hizo recordar el enfado que tenía encima.

-Bueno, ya he cumplido, he visto el vídeo así que ahora me subo a mi cuarto.

Dicho eso, me puse de pie y me dirigí a mi habitación a comprobar, con un hilillo de esperanza, la pantalla de mi móvil.

Shane había contestado con un mensaje que decía lo siguiente:

"En un cuarto de hora en el parque"

Tenía cero ganas de ir, sobre todo porque no sabía qué decirle realmente. Decidí que lo mejor sería que me dejase llevar y que dijese lo primero que se me ocurriese en ese momento...

Me puse unos vaqueros, una sudadera, un abrigo y unas botas para protegerme del frío.

A continuación bajé al piso en el que había estado hacía apenas unos segundos e intenté salir por la puerta sin llamar la atención pero, teniendo en cuenta que había cuatro chicos con las hormonas revolucionadas en esa estancia, fue imposible.

-¿Te vas? -preguntó Tristan, siendo quizá demasiado protector.

Asentí con la cabeza.

-¿Adónde? -insisitó el mismo chico.

-¿Quieres dejarla en paz, tío? -le reprochó Bradley.

-Gracias, Brad -le dediqué una sonrisa que le hizo sonrojar y a continuación me dirigí a James- Como salga mal, te rajo.

Se rió y entonces, antes de dejar que Tristan comentase de nuevo, salí por la puerta.

A los pocos segundos comenzó a vibrar mi móvil, consiguiendo que casi me diese un paro cardíaco.

Si ya de entrada estaba nerviosa, el susto de la vibración acabó de rematarme.

-¿Sí? -contesté sin mirar quién llamaba.

-¿Liberty? -era mi padre.

-Papá, ¿se puede saber dónde estás?

-Cosas de trabajo -se excusó él.

-Las "cosas" de tu trabajo están en casa. ¿Hasta cuando tengo que aguantar a esos cuatro lerdos?

-Un poco de respeto, hija. ¿Pero cuál es el problema?

-Ellos son el problema -respondí mientras me dirigía al parque.

-Igual el problema lo tienes tú... -no contesté a eso así que tras unos segundos de silencio mi padre continuó- Llamaba para decirte que voy a estar dos días fuera hasta el miércoles no regresaré a casa.

-Podrías haberme avisado -comenté algo molesta.

-Lo siento... Liberty, tengo que dejarte, hablamos en cuanto tenga un rato.

-Ya estamos otra vez... -resoplé. Casi había llegado a mi destino.

-De verdad que lo siento... pero para compensarte prometo preparar la mejor fiesta que hayas tenido nunca... Un beso, Liberty, y cuida de los chicos.

-Vale -y sin decir nada más, colgué.

-¿Estás bien? -preguntó una voz a mi espalda.

Me sobresalté y entonces me encontré con Shane.