XXXIV- Adiós

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El trayecto, como era de esperar, lo paso escuchando música. Concretamente, a ellos.

Paper Hearts y nada más.

También he tratado de abrir un libro, pero de poco sirve. No puedo dejar de pensar en qué decir, qué hacer o simplemente, cómo despedirme.

Por no hablar de la parejita que va delante de mí y que es que... no hay manera de evitar el contacto visual con ellos. Respiro hondo.

Reviso los mensajes y veo que mi padre me ha enviado la dirección. Qué poco confía en mí y cuánto me alegro de que me lo haya mandado por escrito... dudo que pueda recordarlo en cuanto pise la ciudad.

Aprovecho para escribir a quien, sin dudarlo, me había ofrecido alojamiento hasta que encontrase algo decente. Debí de darle pena o algo, pues pensaba que se iba a negar rotundamente después de todo.

Antes de lo que pensaba, el tren se detiene y una voz nos anuncia por la megafonía que podemos abandonar el vagón.

Vale, ya está.

Empujando la maleta abandono la estación y, tras coger un taxi, llego al lugar donde se supone que me esperaban todos.

Creo que el taxista debió de aprovecharse de mí o, de lo contrario, en esa ciudad es imposible vivir.

Prefiero no pensar en ello y continúo andando hasta el estudio que tenía apuntado. No resulta difícil localizarlo, así que, tras insistir varias veces con el timbre, mi padre abre finalmente la puerta.

-Lib -dice abrazándome con fuerza- tienes mala cara, ¿estás bien?

-Sí, sí -digo intentando sonreír.

-Pasa, no te quedes ahí. ¿Y esa maleta?

-Esto... papá, ¿podemos hablar?

Nos llevó quince minutos, ni más ni menos, en hablar las cosas, en exponerle la situación, en ganarme su confianza y en obtener su aprobación. 

-¿Y has pensado que vas a decir a los chicos? -pregunta apoyando su mano en mi pierna.

-Aún no lo sé... no sé si estoy preparada para decírselo o no...

-Liberty, te conozco desde antes de verte, aun cuando estabas en el vientre de mamá sabía que te ibas a convertir en una mujer hecha y derecha. Y mírate ahora. Tomando tus propias decisiones y yéndote a vivir sola. En cuanto a estos locos, son más buenos que el pan, así que no dudes en contarles lo que necesites. Y sabes que siempre, siempre, me vas a tener a mí.

-Gracias, papá -digo limpiándome una lagrimilla que cae rodando rápidamente por la mejilla.

Tras pensármelo dos veces, me pongo de pie y me aproximo a la sala en la que se encuentran.

Me reciben con gran ilusión y acto seguido les invito a que se sienten.

Les pongo al día de la situación, sin darles detalle de mi futuro alojamiento, pero explicando por encima el porqué.

Aunque no era necesario, todos lo sabían.

Connor y James no dudaron en acercarse a mí y fundirse en un gran abrazo que me devolvió parte de la energía que había perdido por el camino.

A continuación, comprendieron que debían abandonar la sala. Y, tras desearme suerte en esta nueva etapa, se fueron.

Me quedo con Tris y Brad. Qué iba a ser de mi vida sin ellos...

Y pensar que todo empezó por un maldito videoclip...

-Chicos, os adoro -les digo acercándome a abrazarles a los dos- gracias por todo y lo siento aún más por todo lo que os he causado. Os merecéis ser felices. Desde el primer momento sabía que Tradley ganaría la batalla.

Se miraron el uno al otro. Se veía que tenían una conexión especial.

-Tradley... -repito en voz baja.

Les doy un beso sonoro a los dos y me dirijo a la salida.

Se acercan todos a la puerta. No puedo quedarme más tiempo ahí parada, simplemente no puedo.

Les quiero demasiado. A todos. Con sus pros y sus contras. A todos. Todo. Por todo.


Momentos más tarde

Me bajo en el andén que tantas tardes he transitado. Tiro de la maleta y trato de peinarme como puedo con las manos.

Me imagino la imagen que debo de estar dando: una chica derrotada, andando sin ilusión por las calles de su infancia.

Debo olvidarme de todo esto. Volver atrás.

Aprender a ser feliz por mi misma.

Toco el timbre con miedo, mientras trato de poner en pie el equipaje y compruebo la hora.

Al instante la puerta se abre.

-Hola, Shane.



Hola a todos.

Me duele, no me puedo creer que esto haya llegado a su fin. Y lo siento, de verdad.

My little secret me ha creado momentos maravillosos y cada comentario me ha sacado mil y una sonrisas.

Espero que en este post me digáis qué os ha parecido la historia en general y el final.

Deciros también que he empezado una nueva novela. No me gusta cómo está quedando así que trataré de modificarla lo antes posible. Se llama "Okay" y la tenéis ya disponible en mi perfil, por si os queréis pasar.

Y lo más importante. Quería daros las gracias por haber llegado hasta aquí. Sin vosotros no sería nada.

Gracias. De todo corazón.

Por esto y por mucho más.

Os adoro,

MrsJonasEvans




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