¿Dónde habré dejado la cartera? Pienso en voz alta.
Creo que debajo del libro de poesía que tengo en la mesilla. ¿A ver? No, pues no está.
Me dan ganas de llamarle por teléfono para ver si él sabe dónde la puse por última vez... pero no.
Continúo rebuscando. En los cajones imposibles, están vacíos.
Y lo mismo pasa con el resto de muebles.
¿Dónde la he metido?
Vuelvo a mirar en el bolso. El móvil, los cascos, las llaves, los medicamentos por si acaso, cosas personales... y la cartera. Ahí estaba.
Suelto el aire de golpe. Ya toca.
Cojo la maleta con fuerza pues pesa más de lo que esperaba y me dirijo a la puerta. No voy a mirar atrás como os imagináis.
Directamente salgo de casa y cierto con un portazo.
Me dirijo a la parada de taxi más cercana y monto deprisa. El tren saldrá en menos de media hora y aún tengo que llegar...
El conductor intenta darme conversación pero me limito a responder con monosílabos hasta que desiste.
Como si no tuviese ya bastante con la timada que me va a dar...
Al cuarto de hora el coche se detiene. Le entrego el dinero y con un "Adiós, gracias" salgo del coche.
Rápidamente me acerco al andén correspondiente. La gente se queda mirándome, probablemente por llevar una maleta casi más grande que yo. Pero no pasa nada.
Echo un vistazo a la pantalla de mi móvil. Quince llamadas perdidas. Cinco de Brad; el resto, de Tris.
Marco el número y aproximo el teléfono a mi oreja. Bip, bip...
-¿Sí?
-¿Papá?
-Hola, Liberty. ¿Cómo va todo?
-Bien, bien. Necesito ayuda...¿dónde estáis ahora exactamente?
Intento memorizar la dirección concreta antes de que suene por los altavoces el anuncio para que los pasajeros suban al tren.
Cuelgo rápido y busco mi lugar.
Me espera un viaje largo.
Solo necesito decirle adiós.
Y desaparecer.
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MY LITTLE SECRET
Fanfic-Te odio. -No sabes lo que dices. -Créeme, sí lo sé. No he estado más segura en la vida. -Acabarás queriéndome. -Lo dudo.