25- ¿Novios?

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Al acabar de tirar a los contenedores todas esas bolsas llenas de pelotas, nos repartimos las tareas que quedaban:

-Los chicos limpiarían el baño (jeje por fin había conseguido escaquearme de hacer esa mierda)

-De mientras Gin y yo terminaríamos de limpiar el salón y... el jardín.

Joder, a ver cómo lo hacíamos para quitar el papel higiénico que colgaba de los árboles.

UNOS MINUTOS MÁS TARDE...

Por suerte no había resultado ser tan complicado como parecía pero aún así nos llevó nuestro tiempo acabar la faena.

Gin y yo entramos en casa y subimos al piso de arriba.

Para cuando me quise dar vuelta, mi mejor amiga se había esfumado, dejándome allí de pie... y sola.

Me hacía una idea de dónde podía estar pero no quería adelantar acontecimientos.

Entré en el baño y me encontré con Tristan y con Bradley.

"Genial" -pensé. Mis dos "amores" juntos en una misma habitación.

-¿Qué tal vais? -pregunté justo en el instante en el que sonaba la alarma de mi móvil indicando que se acercaba la hora de regreso... La apagué y levanté la mirada hacia los dos.

-Ya casi hemos acabado -respondió el chico de rizos.

Aún seguía teniendo el pelo manchado de harina pero además se había puesto un gorro de ducha.

-¿No te cansas ir siempre llamando la atención? -le pregunté riéndome.

Negó con la cabeza mientras se tapaba la nariz para limpiar el váter con la escobilla. ¡Menudo espectáculo...!

Una vez que el baño estaba como los chorros del oro, bajamos a la planta de abajo, para encontrarnos con el resto del grupo y con Gin.

Bueno, por suerte aún quedaban unos minutos para la "supuesta" hora a la que regresaría mi papi.

Nos dejamos caer todos en los dos sofás y suspiramos de alivio.

-Pues ha quedado bastante bien, ¿no? -comentó James sonriendo, orgulloso de haber logrado todo eso. Me apuesto lo que quieras a que no había cogido una escoba en su ... vida.

-Bueno... Gin... ¿qué tenías que contarme? -pregunté con una sonrisa pícara.

-En privado, por favor... -respondió ella sonrojándose.

-¿No tenías tantas ganas de contármelo? -insistí. Me encantaba sacarle los colores a esta chica.

En ese mismísimo segundo sonó el timbre de casa.

-Salvada por la campana -suspiró Gin mirándome con mirada desafiante.

Me puse de pie, evitando el contacto visual con Tristan y me acerqué a la puerta.

Antes de nada, fui corriendo al baño, saqué el frasco de colonia y rocié las habitaciones para eliminar cualquier olor que se pudiese haber quedado.

Listo.

Me aproximé a la puerta de la entrada y la abrí.

Antes de poder darme cuenta, tenía a un enano colgado de mi pierna.

-¡Erty! -gritó ese pequeñajo.

-¡Ayyyyyy!

No pude evitar emocionarme.

MI hermano había vuelto a casa.

-¿Por qué no me habéis dicho nada? -dije cogiéndo a Drew en brazos, que así es como se llama mi enano favorito.

MY LITTLE SECRETDonde viven las historias. Descúbrelo ahora