30- Shopping y... pelis interesantes

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No dudamos ni un segundo en dirigirnos a Primark. Brad me contó que Tristan sentía una cierta debilidad por esa tienda, cosa que me cabreó un poco simplemente porque el nombre de Tristan aparecía en la mayoría de las frases, pero al parecer, él también era un adicto de esa tienda así que teníamos que entrar sí o sí.

Nos dirigimos a la sección de chica primero ya que si Bradley había escogido la tienda, me tocaba a mí escoger sección. Así de simple.

Encontré una camiseta ancha con un corazón partido en la parte delantera y la dejé colgando de mi brazo para probármela más tarde en los vesturarios.

-¿Te gusta...? -pregunté girándome para mirar y enseñársela a Brad. El problema es que ya no estaba allí. "Joder..."

Me aproximé a otro rincón en el que había una serie de camisas de cuadros y sudaderas... vale, definitivamente eso era lo mejor del mundo...

Cogí un par de cada -no teníamos nada que hacer así que me dedicaría a probarme toda la ropa que me diese la gana, además, los precios eran relativamente bajos así que podía permitírmelo- y después empecé a andar en busca de ese enano con pelo escarola.

No hizo falta mucho tiempo para dar con él.

-Hola -dijo por detrás, sonriendo y con dos cestas a reventar en la mano derecha.

-¿Y eso...? -pregunté intentando aguantar la risa porque sin darse cuenta estaba moviendo las caderas al ritmo de la música... de una forma un tanto especial.

-Para que nos lo probemos... todo. Así que ya sabes... al vestuario.

Sin decir nada, empezamos a andar hasta allí. Mierda, no me acordaba que la tienda era tan grande...

-Se nota que no es la primera vez que haces esto -dije por hablar de algo.

-Si supieras la cantidad de tangas que nos hemos probado Tristan y yo...

Arqueé una ceja.

-Es coña, pero sí, nuestro record está en pasar seis horas dentro de esta tienda. Intenta superarlo...

-Joder... y yo que pensaba que estabais muy liados con el trabajo y tal -dije en tono sarcástico. Sabía que no movían ni un dedo pero tampoco me imaginaba que podían llegar a estos extremos- por cierto... no sé lo que has cogido pero sabes que los vestuarios de tíos y tías están separados, ¿no?

-Exacto. Por eso nos vamos a enviar fotos de todos los modelitos por Whatssapp.

-Me niego.

-¿Por qué? -preguntó deteniéndose a pocos pasos de los probadores para mirarme fijamente a los ojos, intentando intimidarme.

-¿Y por qué tengo que hacerlo?

-Para echarnos unas risas.

-No pienso enviarte fotos...

Conociendo lo salido que está... me lo imagino haciendo cosas no aptas para niños con mi foto como referencia.

-Pues mira, nos hacemos las fotos y luego las vemos juntos... no hace falta que las mandes... Pero ahí está la gracia, en ver cómo nos queda todo...

-Vale, ahora estás haciendo que me arrepienta de haber venido contigo... No me quiero hacer idea de lo que hay dentro de esas cestas...

-Ahora lo vas a descubrir. Nos toca -dijo señalando a la chica que se encargaba de la fila de los vestuarios.

Entonces Brad me pasó una cesta y me dirigí a los vestuarios femeninos.

Allá vamos...


MY LITTLE SECRETDonde viven las historias. Descúbrelo ahora