MY LITTLE SECRET

XV

Camino lo más deprisa posible hasta mi casa y al llegar, suelto un suspiro antes de entrar.

Mi vida ha dado un giro inesperado durante los últimos días y todavía no me he parado a pensar en todo ello.

-Papá, mamá, ya estoy en casa -digo con el tono de voz más alegre que puedo, nada más pisar el suelo de casa. 

Los dos se acercan a recibirme con un gran abrazo.

-¿Te lo has pasado bien? -pregunta mi madre, cogiéndome el abrigo y mis cosas para dejarlas en una silla.

A continuación, nos dirigimos los tres a la mesa del salón que está preparada de una forma preciosa, llena de comida.

-Si, genial, gracias -respondo sentándome en la parte derecha de la gran mesa. Mi padre y mi madre se sientan en frente, como siempre- ¿Vosotros qué tal?

-Cocinando todo el día, ya te puedes imaginar...

-Ya... entiendo, oye ¿no iba a venir toda la familia? -pregunto recorriendo con la mirada todas las sillas libres que hay.

En ese mismo momento suena el timbre.

-Tienes un don o algo... -dice mi padre riéndose.

"Ya me gustaría a mí" -pienso pero no digo nada en alto.

Me levanto para saludar a todos: mis abuelos, tíos, primos... la familia al completo.

Seguido, nos sentamos a comer.

Se me hace muy raro tener una reunión familiar de tal calibre... en la que no está presente Drew. Se me cierra el estómago al instante. Le echo más de menos de lo que os podáis imaginar...

Además, odio el hecho de que todo el mundo haga como que no ha pasado nada, que todo está como siempre...

-Liberty, ¿estás bien? -pregunta mi abuela poniéndome la mano en la frente para controlar la temperatura.

-Sí, tranquila abu -contesto fingiendo una sonrisa.

-No, no mi niña, tú no puedes estar bien... no has probado ni lo que he traído yo de comida... ¿Por qué no te tumbas un rato?

-Que no, en serio -insisto. Tengo unas ganas mortales de irme de la mesa, recuperar a mi hermano, estar con él... e irme con él a visitar a Brad. Le idolatra. Pero no quiero fastidiar la Navidad.

-Liberty -dice mi abuela adoptando un tono más serio- túmbate, que voy a avisarte cuando vayamos a tomar el postre, en serio.

Consigo convencerla de que no hace falta, de que estoy bien y trato de intentar acabar el día de la mejor manera posible, aunque no tenga ni pizca de ganas.

(...)

Para las 22:00h ya se han ido todos. Lo que se suponía que iba a ser una "comida" familiar se ha convertido en "pasar todo el día" con ellos.

No entiendo por qué estoy tan arisca pero me cuesta muchísimo controlarme y controlar mis sentimientos.

-Liberty -dice mi madre acercándose junto a mi padre hacia el sofá en el que estoy tirada- sé que estas Navidades no son como esperábamos pero... no puede faltarte tu regalo...

Me incorporo.

-En serio, no hacía falta -digo nerviosa. Es cierto, no me gusta el hecho de que la gente se gaste dinero en mí...

-Te lo mereces...

Me entregan un paquete. Lo abro con cuidado.

Es una cámara de fotos blanca y preciosa no, lo siguiente. Revela las fotos al instante... aquello con lo que había soñado para decorar mi habitación en condiciones.