13- Piénsalo

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-Tristan... -susurré de nuevo al sentir sus brazos por mi cintura sin ropa.

-Tranquila...

Los besos en el cuello me hacían estremecer.

Aún estaba de cara a la puerta, vale sé que puede sonar un poco mal y parecer una situación extraña -aunque en realidad sí lo era- y me resultaba imposible ver la cara del chico. Era un detalle que me impedía aún más mantener al calma.

Sus manos, que rodeaban mi cintura, se movieron hasta mis mejillas y mi cuello empapados. Una vez que se mojó él también, deslizó los dedos húmedos por la zona del vientre, de arriba abajo y no pude evitar cerrar los ojos y echar mi cabeza hacia atrás. Aquello me gustaba.
-Fiera... -susurró en mi oído.
-No... Me...llames... Así -respondí lo mejor que pude- Lo odio...

-¿Y cómo te llamo? -dijo en otro susurro.

No respondí. Simplemente dejé que el silencio reinase entre nosotros.
A continuación me hizo girar, encontrándome cara a cara con él. Por fin.
Bueno, exactamente cara a cara no ya que me sacaba quince centímetros como mínimo...
Lo miré, fijándome en sus ojos azules mientras él aprovechaba para acariciarme el cuerpo.
Entonces, sin esperarmelo, me cogió en brazos y me apoyó contra la pared o contra la puerta, ya no me importaba ese detalle.
Abrí la boca para decir algo pero Tristan rápidamente me calló con un beso.
Y en ese momento... Sinceramente, me olvidé del chico que seguía en la ducha.
Pasé mis brazos alrededor de Evans y seguí con aquel beso, acabando con un mordisco en el labio.
El muy... (mejor me callo. No está bien que las señoritas digan palabrotas, dato que me enseñó mi abuela)... tenía la intención de quitarme el sujetador pero le paré, ya era demasiado por hoy, así que parece que no se conformó e introdujo sus manos por la parte inferior de mi ropa interior.
Le agarré rápidamente la mano (vale, esperé unos segundos antes de retirársela, lo confieso) y se la coloqué en mi cintura mientras seguía besándole apasionadamente.

Al cabo de unos instantes, algo nos cortó el rollo.
El ruido de la ducha había cesado y Shane no tardaría en aparecer.
No me había dado cuenta de aquello ya que estaba pendiente de otras cosas pero... tal y como habíamos acordado, Tristan me bajó de sus brazos dispuesto a marcharse. Antes, se detuvo para despedirse.
-Piensa en todo lo que podríamos hacer tú y yo... esto ha sido solo un trocito para que probases así que imagínate el resto -sonrió y después siguió hablando- Y medita sobre tu novio. Aún sigo pensando que no es buena opción para ti.
-No empieces... -respondí nerviosa.
-Solo piénsalo.
Me guiñó un ojo y salió rápidamente de la habitación.

A los pocos segundos entró Shane.
-¿Qué tal, amor? -me saludó con una única toalla enrollada en la zona del paquete.
-¿Amor? -respondí "sonriendo" algo incómoda.
-Perdona si te llamo amor... pero yo no lo decido.
-¡No! Ni se te ocurra seguir... -era capaz de cantarme toda la canción.
-Valeee... ¿Te has secado ya? -me preguntó. Entonces me miré el cuerpo. Efectivamente, no quedaba ni rastro de todo el agua que antes empapaba mi cuerpo... "Normal, más caliente eso podías estar..." Pemsé. Seré idiota...
-¿Eh? Sí... Para ahorrar tiempo. Mañana me ducharé al despertarme, así ahora podemos disfrutar un poco.
Esperé a que colase tal mentira y entonces caí en la cuenta de su situación.
-¿Necesitas ropa? -la suya seguía empapada.
Asintió y entonces bajé rápidamente las escaleras pero antes me detuve a vestirme. No era plan de salir sin camiseta delante de todos. Y más si eran todos tíos más salidos que una esquina.
Me encontré con los cuatro chicos en el salón... Raro en ellos, ¿eh?
-¿Chicos? -todos se giraron hacia mí. Evité el contacto visual con Tristan en todo momento- ¿Podéis prestarme un pijama? Es para Shane...
Se miraron los unos a los otros con la esperanza de que alguno cediese. Al parecer Shane no había encajado muy bien en este grupo...
-¿Eo? -insistí.
-Ay... Ya voy yo -dijo Brad finalmente poniéndose de pie, resoplando.
Subí con él las escaleras y entramos en su dormitorio. Esperé sentada en la cama a que sacase la ropa.
-¿Necesitas algo más? -me preguntó tendiéndome el pijama.
-No, solamente era esto. Gracias, Bradley -respondí revolviéndole el pelo.
-Ay, para... -se defendió como si fuese un niño pequeño.
-Perdón... A veces se me olvida que eres más mayor que yo -contesté sacándole la lengua- Porque lo eres, ¿no?
-Efectivamente, aunque no lo parezca, he nacido antes, así que shut up bitches -dijo subiéndose encima de la cama de un salto y abriendo los brazos para darse importancia a el mismo.
-Idiota...
-Eh... -dijo cruzándome de brazos, haciéndose el ofendido.
-Anda, ven aquí, que lo decía con cariño.
Saltó al suelo y le di un abrazo.
-Brad, te lo suplico estate pendiente del batería que está muy sueltito...
-Hecho.
-Bueno, me voy que tengo a Shane en bolas -me reí al ver la expresión que puso el pelo escarola al escuchar aquella frase.
-Eso... Mejor vete.

(EN LA HABITACIÓN)
-Aquí tienes -dije mostrándole el pijama- Es de Brad, el chico bajito -me reí- espero que te valga.
-Seguro... no te preocupes -dijo sonriendo- Y gracias.

Me acerqué a él y le di un pico rápido.

-LIBERTYYY -gritó alguien desde la planta de abajo- ¡AYUDA!

Resoplé.

-Parece que no nos van a dejar tranquilos hoy... -él se rió- Bueno, voy a bajar a ver qué quieren. Cuando estés, si quieres te vienes y os presentamos y tal...

-Genial... -me miró y nos volvimos a besar antes de que me fuese.

En el piso de abajo, me encontré con Tristan y Connor que seguían tumbados en el sofá.

Al igual que antes, evité el contacto con el chico leopardo.

-¿Quién me ha llamado? -pregunté.

-Los otros -contestó Connor con una sonrisa- Están en la cocina.

Me aproximé al lugar al que estaba señalando el chico de las mechas y me encontré con James y Brad con unos delantales puestos.

-¿Qué hacéis, locos? -pregunté aguantando la risa.

-La cena... o eso intentamos -contestó James decidido a hacer lo que se había propuesto.

-No, eso intento yo. Que este quiere hacer para cenar no se qué de vitaminas.... -comentó Bradley mirando a McVey con "desprecio"- Definitivamente está obsesionado.

-No estoy obsesionado, solo quiero mantener el tipo -respondió el otro.

-Liberty, no te lo recomiendo como novio. A saber cómo es en la cama después de tragarse todas esas mierdas... seguro que la cosa esa y ya sabes a lo que me refiero, no funciona en condiciones -comentó Bradley riéndose hasta casi llorar.

Resoplé e intenté cambiar de tema ya que aquello me resultaba un poco incómodo.

-¿Y cómo así os ha dado por ayudar? -pregunté. Si hacían algo bueno... algo querían conseguir.

-Ya te hemos dicho que vamos a colaborar de ahora en adelante -comentó el más bajito de los dos.

-Así me gusta.... Pues me apunto a esto de cocinar... -me acerqué a un armario del que saqué otro delantal. Me lo puse- Bueno, ¿y qué hacemos?

-Perritos -dijo Bradley.

-Pizza vegetariana -comentó James al mismo tiempo.

-He dicho perritos -insistió el de rizos.

-Que tú no te cuides no es mi problema.

-¿Perdona? ¿Y comer pizza es cuidarse?

-Pizza VEGETARIANA -se defendió el chico rubio.

Me daba que iba a ser una noche larga pero que muy muy larga...

MY LITTLE SECRETDonde viven las historias. Descúbrelo ahora