::･ﾟ★,｡･::･ﾟ☆ ☆｡･::･ﾟ★,｡･::･ﾟ☆
𝐄𝐦𝐦𝐚 era una chica con una vida relativamente normal, si ser la encargada de cuidar la gema del espacio junto a su guardián Hunter podría llamarse así.
Los problemas de ser una guardiana y todo los secretos que s...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de toda la situación me quede dormida en el suelo.
No se cuanto tiempo paso pero Tony me despertó. —Llegamos.
—¿A donde?—pregunté tallándome los ojos.
El solo miro a Barton y me contestó —Barton dice que es un refugio—asentí y mire que alguien me había cubierto con una manta. Me la quite y baje del Quinjet.
Al bajar vi una casa en el campo, con algunos graneros, muy tranquilo.
Entramos a la casa y Barton llamó "cielo" a una mujer embarazada. No tenía idea de que tenía familia y al parecer ellos tampoco, unos niños entraron corriendo y llamaron "papá" a Barton.
Todos veíamos muy confundidos la situación.
—Ellos son los mini agentes—Tony señaló a los niños al ver como saludaban a Barton.
Natasha saludó a los niños que la llamaban tía, al parecer ella sí tenía idea.
—Perdón por llegar así—se disculpo Steve.
—Habríamos llamado antes pero estábamos muy ocupados no sabiendo que existían—habló Tony con su típico sarcasmo.
—Fury aceptó ayudarme cuando entre a S.H.I.E.L.D, lo mantuvo en secreto y así lo quiero conservar, es un buen lugar para escondernos—explicó Barton.
Veía graciosa como Thor pisaba los juguetes de los niños hasta que lo vi salir y Steve lo siguió.
Luego Steve regresó y me habló. —¿Cómo estas?
—Ya estoy bien—le sonreí y el me miro poco convencido.
—Enserio estoy bien, pregúntale al gato—reí y el me dedicó una sonrisa.
Me miro unos segundos y volvió a hablar. —Mmm... confiaré en ti, iré a cortar madera, puedes subir a la habitación, compartiremos—yo asentí y subí.
Después de darme una ducha y ponerme ropa normal baje, solo vi a Natasha y comencé a hablar con ella.
—Hola Nat—la salude, ella me miro y me sonrió.
—Hola Emma—me devolvió el saludo y me senté a su lado.
—¿Cómo estás?—le pregunte preocupada.
—Bien, ya estoy mejor, te hago la misma pregunta, me pareció ver que te sentías muy mal—me pregunto ahora ella preocupada.
—Estoy bien, ya lo olvidé—le respondí y ella me miro confundida—borre las imágenes de mi cabeza, se que sucedió pero no como si hubiese estado ahí—le respondí y Natasha me miro extrañada.
