𝐌𝐘 𝐌𝐀𝐍 «sᴛᴇᴠᴇ ʀᴏɢᴇʀs»

34. Nᴜᴇᴠᴀ ᴠᴇɴɢᴀᴅᴏʀᴀ

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[ ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 34 ]
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Han pasado la cantidad de 2 meses desde la última vez que vi a mis amigos y esto está más aburrido que un concurso de marionetas, tenía planeado irme de visita a wovni mucho antes, pero papá no ha dejado de vigilarme, sé que aunque no lo diga sigue molesto por lo de Steve.

Después de lo que sucedió, Pepper y Papá han vuelto a ser pareja, solo espero el momento indicado para poder saber de la existencia de mis amigos y como se la han pasado en Wovni.

No tenía nada más que hacer así que decidí hacer lo que más me gusta, llevar a Hunter a sus límites.

—Hunter, ¿Por qué no puedes tener forma humana? Me agradarías más y podríamos jugar un partido de fútbol o del deporte que quieras, solo quiero hacer algo interesante—bufé y me tiré de la cama, y caí al piso junto al gato.

Hunter me miro como si acabara de decir lo más insoportable de la vida y luego se levantó y camino hasta otra parte de la habitación.

—Gato grosero—suspiré.

No tenía nada más que hacer, me había cansado de tocar el piano y la guitarra, mire a mi escritorio donde reposaba mi posesión más valiosa, el violín que mi madre Emily me había regalado.

Me levanté del suelo y camine hasta el, abrí el estuche donde papá dijo que había sacado la carta, agarre en violín y comencé a mirarlo.

Era color blanco adornado con flores pintadas a mano por mi misma madre, si duda era un violín muy único, tenía algunos raspones, pues fue mi primer instrumento musical.

Desde que mamá murió no había tocado ni una sola vez.

Coloque el violín en posición y empecé a tocar la primera canción que me aprendí, "My man" de Barbra Streisand. Comencé a tocar, recuerdo que era mi canción favorita, mamá la cantaba para mi y yo tocaba, pero ahora ella no está.

Al terminar la canción ya me encontraba bañada en lágrimas.

Deje el violín en su lugar y lo mire sonriente, no estoy segura si llore de tristeza o felicidad, sin duda esto pautaba el cierre de una herida del pasado.

Mire a Hunter que me veía y puedo jurar que hasta parecía orgulloso.

Decidí ir a la cocina para tomar un poco de agua, tome un vaso de cristal y lo llene con agua del grifo.

Estaba por degustar mi maravilloso vaso de agua cuando papá entró a la cocina.

—Aquí estás m&m, te estaba buscando—dijo adentrándose en la cocina.

—Sí, aquí estoy, en la torre, como siempre—murmuré lo último.

—¿Recuerdas que estos últimos días no has dejado de quejarte de que según tu no tienes con nadie que hablar aparte de Pepper, el aburrido de visión y yo?—asentí.

—Eso es cierto—dije procediendo a tomar mi vaso con agua.

—Pues quiero presentarte a la nueva vengadora—me atraganté con mi agua ante tal noticia que no esperaba.

—¿Nueva vengadora?—pregunté al recuperar el aliento.

—Si, Lilith, pasa—papá señaló a la puerta y DIOS.

La chica de hielo que nos atacó y me secuestró, entró por la puerta.

¿¡Qué demonios le sucede a Anthony Edward Stark para traer a esta tipa a casa y llamarla vengadora?!