𝐌𝐘 𝐌𝐀𝐍 «sᴛᴇᴠᴇ ʀᴏɢᴇʀs»

43. ʟᴏ sɪᴇɴᴛᴏ...

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[ ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 43 ]
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᯾Emma᯾

El portal me dejó en la puerta de mi habitación, al llegar me puse a pensar en todo lo que me esperaba, pero lo mejor que se me ocurrió fue, entrar y hacer como si no hubiese desaparecido por casi 2 días, si algo pude reflexionar esos días, fue que la estrategia es mi mejor opción.

Con un suspiro y la adrenalina corriendo por mis venas, abrí la puerta de mi habitación para entrar en ella.

Lo primero que vi fue a un gato sentado en la cama mirándome fijamente, nunca había imaginado que un gato podría verse tan enojado.

Me trague mi nerviosismo y puse mi mejor cara de indiferencia.

—Hola Hunter, ¿qué pasa, por qué esa cara taaan larga?—alargué la a con intención de parecer más relajada.

—¿Cómo que por qué? desapareciste por 2 días y ni siquiera pude ir a buscarte—dijo en voz alta y con la voz firme y gruesa que lo caracteriza, lo que me asusto.

—Solo quise pasear un rato, ya sabes, lo normal—le respondí de manera relajada mientras dejaba mi mochila en el escritorio.

—Emma, pretender que no hiciste malo no...—Hunter no pudo empezar su sermón debido a que la voz de Friday resonó por mi habitación.

—Señorita Stark, su padre ha aterrizado en la base—Fue el mensaje que Friday nos hizo saber.

—Ves, no hay problema, iré a buscar algo de comer y luego saludaré a mi padre—avisé en un tono que no puedo describir con seguridad, pero fue de una manera no amable, sino algo más como indiferencia.

Salí de mi habitación y fui directo a la cocina donde me dispuse a hacer un delicioso sándwich de queso; mientras comía pude escuchar pasos acercarse hacia donde estaba.

Un Tony con una expresión seria y una Lilith con una cara demasiado alegre hicieron que el pedazo de sándwich que había estado comiendo se me atorara.

Después de tomar un poco de agua me atreví a preguntar—¿Qué sucede?

—¿Dónde has estado estos últimos días?—preguntó de manera firme mi padre.

—¿Cómo?—pregunté ahora si desubicada.

—¿Dónde has estado los últimos días?—repitió de la misma manera.

—Aquí en...

Él había subido el tono de su voz lo suficiente para hacerme saltar en mi asiento—¿Los viste verdad?

—Papá yo...—me interrumpió de nuevo.

—¡No Emma! Ella me lo dijo—exclamó enojado—Es lo mismo de nuevo—dijo esto un poco más bajo—Siempre los eliges a ellos una y otra vez—ahora sonaba más frustrado, incluso me atrevería a decir que herido.

La manera en la que él había dicho eso me había puesto algo triste, en verdad parecía haberle dolido, pero la cara de satisfacción de Lilith detrás de él hizo que el enojo recorriera mi piel.

—¡Es lo mismo contigo!—grité exaltándolo—Tu nunca me escuchas, no te lo dije una sino dos veces que ella no me agradaba, sabes lo que me hizo, ahora ha roto el violín de mi madre—comencé a soltar algunas lágrimas de enojo—hablando de ella, ¿alguna vez me preguntaste si me sentía bien al respecto?, solo la vez que me enteré que compartía genes contigo, y... si tan solo me escucharas, sabrías que ella—señale a Lilith—ella jodió todo lo que había logrado avanzar después de su muerte.

Sin dudas mi arranque de ira irracional lo había sacado bastante de quicio, normalmente era una chica bastante tranquila y trataba de ser lo más respetuosa con respecto a él o a la gente que respetaba, aunque hoy era un día diferente, y tal vez yo, era una chica diferente.

—Emma, no creo que ella lo hiciera de manera—trato de justificarla.

—¡No!—grite—quiero irme, ahora—chillé—no me siento en casa, quiero a mi mamá.

Mi papá parecía sin palabras, me miraba como si todas las ideas en su mente se hubieran esfumado, y ya no podía leer las expresiones de Lilith.

Ver a alguien observando mi estado más incoherente y revoltoso me hizo sentir ganas de huir de ahí.

—Lo siento—murmuré y pude ver en su expresión que lo entendió, le pase a Tony por un lado y salí de la cocina con dirección a mi habitación, lo que estaba a punto de hacer me causaba ganas de vomitar, ya que sentía que esto era el final de todo lo que había construido con mi padre.

Abrí la puerta de mi habitación y tomé la maleta que había debajo de mi cama, Hunter estaba en mi escritorio y me observaba con pena.

Entre al armario y comencé a meter todo lo que veía hasta que la maleta se llenó, la cerré y me atreví a mirar a mi mejor amigo a los ojos.

—¿Vienes?—pregunté con la esperanza de que dijera que si.

—Siempre—respondió tratando de darme algo de aliento.

Junté mis manos e hice el portal con una facilidad que me sorprendió, con una mano cargué al gato y con la otra a mi maleta, entrando en el portal.

En un segundo me encontraba, en uno de los  pasillos de castillo que tanto había visitado últimamente.

Lo que me sorprendió fue la cantidad de ruido que se escuchaba en el salón principal, donde usualmente los reyes utilizaban como sala de estar y donde los había conocido por primera vez.

Baje a Hunter y deje mi maleta abandonada a medio pasillo, para comenzar a caminar hacia el salón.

La mancha de sangre que sobresalía de la puerta me hizo temblar, no podía creer la mala suerte que tenía.

Caminé hasta la puerta y escuché a Hunter seguirme el paso con sus patitas, con lentitud abrí la puerta esperando que no fuese algo grave.

Al abrir la puerta lo primero que vi fueron las caras conocidas de los ex vengadores, junto a la de Blaise y de mi abuela, llenas de terror.

Al bajar la mirada me encontré con el famoso cuerpo que se encontraba degollado sobre el charco de sangre, ya que el rey... había sido asesinado.

＊✿❀ Fin del capítulo  ❀✿＊