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𝐄𝐦𝐦𝐚 era una chica con una vida relativamente normal, si ser la encargada de cuidar la gema del espacio junto a su guardián Hunter podría llamarse así.
Los problemas de ser una guardiana y todo los secretos que s...
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Me quede aparentemente 2 minutos más ahí sin hacer nada, si Tony me viera seguro me regañaría.
Escuché el contenedor caer al piso de un gran golpe.
Carajo, olvide a la araña.
Rápidamente me levante esperando ver a la araña aplastada debajo de el contenedor, pero para mi suerte y la de mi conciencia estaba parado junto a él estirándose.
—Estoy bien—aviso mirándome—tu puedes seguir lamentándote en el suelo—dijo con algo de sarcasmo.
Rodé los ojos y mire a mis espaldas, en ese instante el chiquitín se convirtió en algo no tan chiquito.
Tenía a Rhodes agarrado de una pierna mientras lo zarandeaba, lo lanzó hacia uno de los aviones y Spiderman fue por el.
—¿Alguien de nuestro lado que esconda una extraordinaria y fantástica habilidad que quiera revelar? Se aceptan sugerencias—dijo Tony desde el comunicador.
Yo analizaba la situación para encontrar alguna solución, aunque no se podía hacer nada con puñetazos y campos de energía que para alguien de ese tamaño son inútiles.
Así que opte por lo más viable, lanzar cosas.
Con mi poder comencé a levantar todo lo que pudiese cargar mentalmente y fui lanzándoselo detrás de las rodillas, tal vez así podría hacerlo caer.
Después de una referencia de parte de Spiderman sobre una película que jamás he visto lograron hacer caer al bicho.
Spider por despistado fue golpeado por una de las manos del bicho gigante y fue a parar al piso.
Ya se nos mató el niño.
Corrí hasta el, que se encontraba en el suelo, llegó Tony y los dos lo mirábamos con preocupación.
—Niño, ¿estás bien?—pregunto Tony preocupado.
Spider se volteó exaltado y comenzó a forcejear con Tony.
—Soy yo—lo tranquilizo—terminaron—ordenó Tony y se fue.
—No he terminado, no, señor Stark, terminé—balbuceó el chico y volvió a recostarse.
—Tranquilo araña, te diste un buen golpe—dije sentándome a su lado.
Y entonces recordé a Pietro y a Wanda que seguramente irían a prisión.
Me levante del piso y camine hasta los hermanos Maximoff, Wanda estaba en brazos de visión mientras Pietro caminaba hasta ellos.
Me acerqué y Wanda se levantó, sin decir nada los tres nos dimos un largo abrazo, conscientes de lo que seguramente pasaría con todos, este sería seguramente el último en un largo rato...
