35. Pʟᴀɴᴇs

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[ ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 35 ]
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Esa misma noche...

El sonido de la puerta cerrarse llamo mi atención, me destapé y enseguida el frío invadió mi cuerpo, baje los pies de la cama y sentí el húmedo piso.

Comencé a caminar hasta la puerta pero me percaté de algo muy aterrador.

En el suelo habían pisadas marcadas por la humedad del suelo y no eran mías.

—Hunter, Hunter, Hunter, ¿dónde estás? Un mounstro que seguramente está debajo de la cama va a matarme, Hunter, si me come dile a Tony que fue Lilith y esto es su culpa, por favor...—me interrumpió la puerta abriéndose.

Casi me da un infarto pero resultó ser Hunter.

—¡Hunter! Casi me matas—dije algo alto ya que me asusto.

—Solo salí a revisar el pasillo, escuché algo—me regañó como de costumbre el gato.

—Hay pisadas aquí, alguien estuvo aquí y quien sabe a qué vino—murmuré asustada.

—Emma, son tuyas—dijo Hunter en un tono de fastidio.

—No Hunter, son grandes, tal vez Lilith calza del 10–señálenlas pisadas.

—Debes dormir, ya empezaste a alucinar—se quejó el gato.

—No puedo, tuve ese sueño otra vez—dije algo triste.

Hablaba de mi madre, siempre soñaba con ella cuando estaba triste o alterada.

—Vamos—Hunter se subió en la cama y se convirtió en un Pastor alemán.

Sonreí ante la acción y lo seguí hasta la cama.

Me acosté en la cama y Hunter se acomodó en mi y me cubrió con su cuerpo haciendo que me sintiese menos sola.

—Gracias Hunter—susurré antes de quedarme dormida.

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Me desperté por la mañana lista para seguir la investigación en contra de Lilith, era una buena forma de pasar el tiempo y también quitarme las dudas.

Salí por los pasillos para ir a la cocina por algo de desayunar, porque el hambre me estaba matando.

Al pasar por el gran comedor que hay antes de llegar a la cocina me percaté de que estaban desayunando, aquí nadie come en la mesa.

𝐌𝐘 𝐌𝐀𝐍 «sᴛᴇᴠᴇ ʀᴏɢᴇʀs»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora