𝐌𝐘 𝐌𝐀𝐍 «sᴛᴇᴠᴇ ʀᴏɢᴇʀs»

41. ᴄᴏʀʀᴇ

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[ ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 41 ]
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Prince y yo seguíamos caminando hasta que llegamos a la puerta que él me indicó.

—Aquí es la entrada—afirmó visualizando la puerta por la que entraríamos.

—De acuerdo—dije mientras caminaba dentro del castillo.

Yo me enfoque a seguir a Prince por los pasillos, después de recorrer unos cuantos metros se detuvo.

—Ahora se encuentran entrenando en el patio central, debemos rodear esa área para llegar a las habitaciones—explicó.

Asentí, aunque la curiosidad de porque él sabía tanto me invadió.

Caminamos por otros pasillos hasta que llegamos a unos más largo, en donde habían varias puertas y cada una tenía un dibujo pintado a mano.

Camine hasta que llegue a la que tenía un escudo pintado, era obvio que era la del capitán.

—Te espero aquí—sugirió el castaño.

En respuesta solo asentí y abrí la puerta lentamente.

La habitación estaba un poco oscura, pero lo que evitaba que no pudiese ver nada eran las pequeñas lámparas en las paredes.

Camine dentro y cerré la puerta tras de mi esperando que no hubiese nadie dentro.

Lo primero que hice fue dar una vuelta por la habitación, todo estaba en su lugar, parecía que habían limpiado recientemente.

—Date prisa—escuché detrás de la puerta, apenas acababa de entrar.

Hice lo que tenía que hacer, deje la carta bajo su almohada, donde seguramente no tardaría en notarla.

Feliz con mi misión cumplida, salí de la habitación, no podía quedarme mucho tiempo, incluso Wanda podría notarlo.

Salí de la habitación, pero había un detalle, Prince ya no estaba.

—¿A donde demonios fue?—pregunté para mi misma.

Estaba pensando cómo salir de ahí ahora pero unos ruidos que venían cruzando del pasillo me hicieron ponerme tensa.

Hice lo primero que se me ocurrió y me metí a la habitación que parecía ser la de Bucky, por el brazo de metal pintada en ella.