𝐌𝐘 𝐌𝐀𝐍 «sᴛᴇᴠᴇ ʀᴏɢᴇʀs»

50. Tᴜ

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[ ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 50 ]
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Resumen...
Mientras una rebelión en el reino busca acabar con Emma, esta se encuentra en otro lado de Wovni, junto al misterioso Prince que ha decidido comenzar un ataque hacia ella.

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ﾟEmmaﾟ

Prince levantó la espada de nuevo listo para volver a atacar.

Como un reflejo, invoqué mi poderosa espada entre mis manos, esta, enseguida choco contra la de Prince, provocando un sonido chispeante entre las dos poderosas espadas, y así nos mantuvimos.

—¿Quién eres?—murmuré debido al esfuerzo que estaba poniendo en detener su ataque.

—Mi madre me puso Edward, como mi padre, pero prefiero que me llamen Prince, ya que, soy un príncipe—al terminar de hablar retiro su espada haciendo que yo recuperara mi posición, colocándonos frente a frente para continuar con nuestro enfrentamiento.

—Eres él, él chico de mi visión, pensé...que estabas muerto.

—Pues estoy más vivo de lo que crees, y al igual que tu, cuento con el poder de 3 gemas y mi propia espada.

—Fuiste tu ¿no? No fue Steve, eras tú en una ilusión.

—Parece que estas abriendo más los ojos, sí fui yo, lo hice para que vinieras corriendo hacia mi y también fui yo quien le dio la espada a él para que asesinara al rey, para que después de todo esto, Lilith y yo reinemos este lugar, porque justo ahora, está gobernado por personas que solo atienden sus necesidades, personas que me abandonaron—tomó una pausa para respirar—me abandonaron a mi, y también a él.

—¿De qué hablas?, mi madre lloro por ti, todos lo hicieron, pensaban que estabas muerto—argumenté, aún manteniendo mi posición a la defensiva.

—¡Cállate!—gritó exaltado, lanzándome una puñalada con la espada que yo desvié fácilmente con mi espalda—Eres una mentirosa, como ellos.

Esta vez, los ojos de Prince se iluminaron del mismo color que su espada, un color plateado intenso.

Ahí es donde comenzó el enfrentamiento, este lanzaba ataque tras ataque con su espada, y yo desviaba todos estos, al tercer desvío me tome la libertad de patearlo en el estómago, lo que pareció enfurecerlo más porque en un descuido, me golpeó con una fuerza sobrehumana que me mandó a volar hasta fuera de la cabaña.