Regalos.

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[Gracias a todos por sus respuestas en el anterior apartado. Me la pase muy bien leyéndolas ❤️]

Kirishima seguía observando el empaquetado con árboles navideños con una frustración que no era para nada masculina.

¿Por qué no pudo dárselo en su momento?

El paquete pareció reírse de él y su cobardía sobre su cama.

Las vacaciones de invierno habían terminado, la navidad y el año nuevo habían pasado. La nieve se transformó en agua y los días cálidos de primavera estaban llegando.

El pelirrojo era un estudiante de segundo año. Un estudiante de segundo año que no pudo entregar un mísero regalo navideño al hermano de su mejor amigo, Midoriya Izuku.

¡Aunque en primer lugar ni sabía porque lo había comprado! Simplemente paso por una librería una semana antes de navidad y vio un manga que pensó podría gustarle a Midoriya. Lo compró y cuando la vendedora le pregunto si quería envolverlo con papel de regalo, le dio un sí bastante vago. Y una vez estuvo en su casa con el regalo, se pregunto que mierda había hecho.

Porque bien, podía —y lo hizo— darle regalos a el cenizo, Kaminari, Ashido y Sero. Hasta de Tetsu de la clase B pasaba, porque eran buenos amigos y se llevaban muy bien en sus competencias.

¡Pero con el pecoso algunas veces apenas y se hablaban! Y desde lo del gimnasio, donde sintió la apremiante y extraña necesidad de sostener su mano una vez más, estar a su lado era incómodo y contraproducente para su cerebro.

Por poner un ejemplo, una vez Eijirou le pregunto a Izuku si había traído un paraguas, cuando se cruzaron por accidente en el pasillo y no quiso irse sin escuchar su voz. El pecoso le vio primero extrañado y luego dirigió su vista hacia la ventana del lugar, mencionando que el día se veía muy despejado y desprovisto de nubes como para traer un paraguas. Luego le pregunto al pelirrojo si acaso había visto en el reporte del clima que iba a llover.

El de ojos rojos no supo dónde meterse ni que decir y al final soltó la idiotez que su cabello teñido se ponía crispado cuando estaba por llover.

Fue la mayor tontería que había dicho y Midoriya tuvo el tacto de no reírse y no volver mencionar nunca más el tema.

Kirishima tuvo que soportar las risas histéricas de Ashido por un mes.

Volviendo al tema del regalo, ¿como podría explicarse si se lo daba? Era tarde, navidad ya pasó y por mucho que lo pensó no encontró adecuado pedirles a Katsuki o Denki que le dieran el regalo al pecoso. No, Eijirou quería dárselo él mismo.

Pero no sabía ni podía imaginar la cara que pondría Izuku cuando se lo diera. El pecoso era muy bueno pero hasta él podría mostrarse incómodo si recibía un regalo de alguien con quién no trataba mucho.

Mierda, el pelirrojo no quería ni imaginar si el de ojos esmeralda se podría angustiar por no haberle dado un regalo él.

—Debí dárselo cuando pude —desprotico contra sí mismo — ¿Y si lo hago pasar por un regalo por iniciar el segundo año? Podría servir...sino tuviera el envoltorio navideño, claro. Además, Ashido va a mencionar porque traje un solo regalo para Midoriya.

Kirishima se pasó una mano tras su cabeza de forma nerviosa y el grito de su madre le hizo darse cuenta que había pasado más de diez minutos pensando en una solución y que se le estaba haciendo tarde para su primer día de clases. En un acto de inconsciencia decidió meter el regalo dentro de su mochila para después salir corriendo de su habitación.

 En un acto de inconsciencia decidió meter el regalo dentro de su mochila para después salir corriendo de su habitación

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