Quiero conocerte.

¿Que significa ser amigos?

Todoroki seguía pensando cómo era posible que alguien pudiera ser tan flexible.

Más si era un hombre.

Inaudito. Bakugou iba hasta en contra de la biología humana masculina.

— ¡¿Vieron eso?! —exclamo Ashido dando saltos de felicidad — ¡Todas me deben veinte dólares ahora!

El bicolor observó como la femenina vestida con un leotardo color rosado y mallas negras iba a reclamar el dinero a sus compañeras quienes indignadas y sorprendidas veían como el cenizo se paraba del piso como si nada.

Cómo si no hubiera hecho el split más perfecto que hubieran visto.

— ¡Quiero mí parte, ojos de mapache! —le recordó el cenizo antes de irse lejos del gimnasio, escuchando de fondo las risas de su amiga y los reclamos de las otras chicas —Termine. Vamos.

—De acuerdo —acepto el bicolor sin darle muchas vueltas —No sabía que fueras capaz de hacer algo así.

—Ser fuerte no siempre sirve para ganar una pelea, helado de fresa.

Shoto estuvo de acuerdo en que Katsuki tenía razón en eso. Pero aún así le seguía pareciendo inaudito cómo el de ojos rojos pudo abrir sus piernas de esa forma en el piso sin quejarse ni hacer la menor mueca de dolor o incomodidad.

Él hacía eso y podía asegurar que se quebraria algo.

— ¿Hoy dónde? —cuestiono el cenizo llamando su atención —Decide rápido, que tengo frío.

— ¿Me estás dejando elegir? —arqueó una ceja el más alto.

—No me hagas enojar tan pronto, helado de fresa —bufó el cenizo y se estremeció al mismo tiempo —Apúrate, maldita sea.

El bicolor asintió y tocando gentilmente el codo del contrario lo guió devuelta al edificio principal de Yuei, le hizo girar por una de las esquinas de los pasillos y terminaron frente a una puerta de un salón en el tercer piso.

Fue el turno del mayor de verlo con una ceja alzada.

—A Iida no le molesta —menciono, creyendo que eso tendría el contrario dentro de su cabeza.

—Claro, al estirado no le molesta que usemos la oficina del consejo estudiantil para comer —comento con sarcasmo el cenizo abriendo la puerta — ¿Es verdad lo que dijo Deku sobre...? Olvídalo, ya los vi.

La oficina del consejo estudiantil era mucho mas grande que la del comité disciplinario, tenía varios archivadores, un pizzaron, una mesa larga contra la pared y dos más juntas en el centro, sobre la mesa alargada reposaban varios lentes con las etiquetas de "lunes, martes, miércoles, jueves y viernes".

Midoriya le había mencionado a el mayor sobre que Iida usaba un par de lentes distintos cada semana pero el cenizo no lo creyó del todo.

¿Quien haría algo como eso? ¿Y para que?

Aunque con la evidencia frente a sus narices, debía admitir que le debía una disculpa a el pecoso.

—Oh, sí —asintió el bicolor siguiendo la dirección de la mirada escarlata —Uraraka se rió bastante de la cantidad ridícula de lentes que tenía Iida y se rió aún más cuando él dijo que solo eran un par de los demás que tenía.

Katsuki negó con la cabeza y se sentó en la mesa, puso su almuerzo sobre sus piernas y lo abrió para empezar a comer. A diferencia suya, Shoto se sentó en una silla y puso el almuerzo sobre la mesa. Pero seguía estando cerca de él.

Se podría decir que su...amistad, consistía en esos cortos momentos. Almorzar juntos una vez a la semana se había vuelto una regla, donde el bicolor debía buscar al cenizo, porque extrañamente el fijar un día no era el estilo del mayor. Hablar era optativo, ya fuera durante clases o cuando se encontraban en los pasillos. Saludarse ocurría cuando se encontraban a la misma hora, lo cual no era habitual porque el de ojos dispares llegaba justo a la hora de entrada, mientras que el cenizo y sus hermanos llegaban temprano.