Inicio del final.

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—Who...

Midoriya ladeó la cabeza al oír solo eso de parte de Kirishima quien tenía los pómulos rosados y la boca abierta al verle.

— ¿Who? —repitió confundido el más bajo — ¿Se te pego el inglés de las clases del tío Hizashi? Porque soy Izuku, Eijirou-kun.

El pelirrojo salió de su breve aturdimiento ante la pequeña e inocente broma de su novio de pecas. Su boca había soltado un who, una expresión de completo asombro, al verlo maquillado de forma tan increíble pero él lo tomo como si estuviera hablando en inglés y preguntando quién —who— era.

No sabía si reír de su inocencia o estar feliz de que no notará que se volvía un completo tonto en su presencia.

—Sí, lo sé —eligió hacerse el desentendido del tema, de momento —Te vez muy lindo, Izuku, ¿Ashido te maquillo? Ella nos contó que había estado en su casa durante la tarde y que tú junto con Blasty la ayudaron con su kimono.

—No, fue Uraraka-san quién me maquilló. Pero Ashido-san sí maquillo a Denchan y Kacchan —respondió el de pecas sonriente y un poco cansando por lo que pudo notar el más alto —Fue un día ajetreado.

— ¿Quieres contarme tu versión de este? —propuso el de ojos rojos extendiendo su mano a su novio —Por tu expresión puedo decir que lo tuviste difícil.

El menor bufo y negó con la cabeza, tomando la mano de su novio. Había tenido un día entretenido, aunque tuvo que lidiar con dos femeninas bastante nerviosas e inquietas por no quedar perfectas —unas seis horas antes— a tiempo para sus citas. Entre mirar videos de Youtube con Bakugou para tener masó menos una idea de cómo se usaba un kimono, intentar que la castaña y la de cabellos rosado lo usarán, y convencer a Jiro quien a último minuto pareció bastante tentada de quedarse encerrada en la habitación de Kaminari antes de que salir a celebrar el año nuevo, pues, sí se podría decir que sus energías estaban un poco bajas.

Pero como estar con Eijirou era como un inyección de pura energía, Izuku olvidó pronto todo su agotamiento y empezó a relatar a su novio su día desde que las femeninas arribaron en su hogar.

Fue una conversación muy entretenida para ambos.

El templo estaba rodeado por un bosque y había lugares donde realmente los visitantes no estaban autorizados a pasar, como las casas que los monjes, sacerdotisas o familiares ocupaban

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El templo estaba rodeado por un bosque y había lugares donde realmente los visitantes no estaban autorizados a pasar, como las casas que los monjes, sacerdotisas o familiares ocupaban. Pero también había lugares olvidados incluso por aquellos que vivían en el templo, lugares que quedaban entre medio de ese espeso bosque donde los espíritus merodeaba —supuestamente— y las luces del recinto principal no llegaban.

La idea de Todoroki había sido llevar a Bakugou hasta el centro del bosque, donde podrían hablar en silencio y a resguardo de ojos curiosos. Sin embargo, por azares del destino, terminaron llegando a una pequeña capilla en medio del bosque, donde las luces estaban apagadas y el cenizo por curiosidad se acercó para intentar abrir una puerta, la cual cedió apenas la rozó.

Quiero conocerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora