Quiero conocerte.

Festival deportivo parte uno.

[Muchísimas gracias a todos por su ayuda en el apartado anterior ❤️. Debido a sus palabras y por mí propia comodidad, he decidido que los personajes propios que se verán en estos capítulos permanezcan sin nombre. No dudarán mucho, así que creo que es lo mejor. Disfruten la lectura 💕]

El festival deportivo en Yuei se festejaba de la siguiente manera. Sin clases, sin actividades extracurriculares y los estudiantes debían tener puesto únicamente el uniforme de gimnasia. Los padres, por supuesto, estaban invitados pero era más habitual verlos en el festival cultural —donde había actividades para ellos— que en el deportivo. Aún así, tenían las puertas abiertas para pasar.

Duraba desde las nueve de la mañana hasta las ocho de la noche. El primer, segundo y tercer lugar del festival eran anunciados por el director en el patio. Junto con una lista de los mejores diez estudiantes que ganaron varias competencias y la clase ganadora.

Ese año, debido a la invención especial de la clase C para monitorear, guardar y verificar los puntajes en un sistema que se usaría después en el festival cultural, los alumnos debían pasar por el salón de segundo año de la clase y recibir ese invento por parte de ellos.

Kaminari estaba en esos momentos en ese salón, viendo lucir a la mitad de los estudiantes como la mierda misma y con ojos rojos por pasar tanto tiempo frente a las computadoras pero muy satisfechos con su trabajo finalizado.

El rubio era el primero en la fila para probar ese invento que Hatsune Mei había dejado en claro que era suyo. No era el primero porque hubiera llegado antes que los demás. En realidad, había dado un paso al frente cuando la chica anuncio eso y todos los estudiantes tuvieron un escalofrío de terror al pensar en usar un invento de ella.

Él tampoco confiaba mucho en usarlo teniendo en cuenta los antecedentes de la femenina pero Shinsou lucía tranquilo a su lado —y también medio dormido— y con eso le bastaba para confiar en que era seguro.

— ¡Bien, serás el primero en probar a mí baby! ¡Siéntete honrado! —exclamó Mei con entusiasmo para luego tomar un objeto de una de las mesas del salón —Acércate, acércate, ¡que no muerde!

En lo que Denki se acercaba a la femenina, Hitoshi daba un paso al frente y soltaba un bostezo pesado. Las ojeras de días atrás ahora parecían moretones violetas sobre su piel pálida y cuando hablo su voz salió ronca por el sueño.

El rubio le escucho atentamente sin preocuparse en lo que sea que le estuvieran poniendo en la muñeca.

—La pulsera que Hatsune creo consiste en una banda ancha con una pelota dónde hay incrustado un chip. El chip tiene un número y según ese número, sus datos como estudiantes. No tantos, solo sus nombres y apellidos junto con el año y clase en la que están —describió el de ojos purpura mientras mostraba una de las pulseras a los demás estudiantes —Es aprueba de agua y no se romperá fácilmente, por lo cual no deben preocuparse de maltratarla. La pulsera también pose un botón para que puedan transferir sus puntos la persona que ustedes deseen. Solo deben acercase lo suficiente hacía la pulsera de esa persona y pulsar el botón, sus puntos serán transferidos en su totalidad. Así que sugirió que lo piensen bien si van a hacerlo. Una vez termine el festival, las pulseras mandarán todos sus puntajes a nuestro sistema y los ganadores no tardarán en determinarse. Eso sería todo.

Un par de estudiantes más de la clase C se dirigieron a ayudar a repartir las pulseras una vez se probó que la que uso y activo el rubio era cien por ciento segura. Incluso, la esfera de color blanco de la pulsera rezaba las letras DK. Denki Kaminari.

Kaminari sonrió viendo la pulsera, feliz de que no hubiera explotado ni nada y se pregunto si podría conservarla incluso después del festival como recuerdo.