El lobo disfrazado de oveja.

931 132 103
                                    

Eijirou-kun realmente tiene un cuerpo más musculoso de lo que imaginé.

Izuku sonreía sutilmente y con aparente inocencia mientras observaba a su novio jugando al vóley junto con los demás. A él también lo invitaron a jugar pero prefería mirar y sentarse un rato.

No quería perder tal alegría para sus ojos.

El partido era de uno contra uno Eijirou de la clase A contra Testu de la clase B, obviamente los compañeros de ambos los estaban apoyando.

Muy a su manera.

— ¡Kirishima, metele un maldito pelotazo en la cara a esa copia barata tuya! —clamaba Katsuki — ¡Que ese jodido idiota no te gane cabello de mierda porque te mato! ¡Te mato!

— ¡Mantén el orgullo de la clase A, Kiri! —gritaba Mina — ¡Dos puntos más y ganas!

— ¡Testu! ¡Gana o juro que te dejo en abstinencia! —amenazaba Neito sin reparos a quien era su amigo con ciertos "beneficios" — ¡Y por meses!

El de ojos esmeralda soltó una carcajada bastante fuerte ante la última exclamación pero nadie lo oyó ya que estaban ocupados gritando a las dos personas en la improvisada cancha de voley. Así que se permitió reírse un poco más hasta controlarse.

El pecoso estaba en una posición no muy alejada del resto, sentado en el pasto y al lado de botellas de agua que sus amigos y chicos de otras clases iban a buscar cada tanto. La cancha de voley era simplemente una soga atada de un árbol a otro de forma que parecía tensada y todos los adolescentes se habían puesto del lado derecho por el chico de la clase A y del izquierdo por el de la B. Para buena fortuna del espectador silencioso de ojos esmeralda, su novio estaba jugando de espaldas a él y sin camisa, para mayor deleite.

Aunque varias femeninas estaban eufóricas por eso pero él no podía decir nada porque tenían bastante razones para estarlo.

El pelirrojo tenía una espalda musculosa, hombros anchos y fuertes, todo marcado de tal forma que el más bajo hacía un esfuerzo sobre humano para no parecer un completo pervertido mientras le miraba. Sus bíceps y tríceps se marcaban con cada movimiento que daba cuando debía pegarle a la pelota, además que sus abdominales se veían espectaculares con el sudor que les hacía brillar y en el ombligo había una fina línea de vello negro que se perdía hacía abajo...

Midoriya suspiro como todo un enamorado —y caliente, hormonal, varios adjetivos más que podrían atribuirse a su situación— mientras desviaba la visita de su novio. No quería arriesgarse a tener una erección en público, aunque su autocontrol era bastante bueno en eso.

Desde que se identifico como gay estuvo buscando bastante información sobre su orientación sexual para satisfacer su curiosidad infantil y después, ver cómo cubrir sus necesidades hormonales en el futuro. A el pecoso le ayudo bastante que sus padres le brindarán información clara y concisa sobre el tema, además de sus tíos.

Para ser específicos, Yagi era gay, Yamada y Aizawa bisexuales y Fukakado heterosexual. Todos ellos fueron guías cuando el pecoso entro en la etapa preadolescente y estaba bastante enloquecido por Chris Evans o despertaba con sueños...poco aptos para ser dichos a sus mayores pero que terminaba soltando a su padre porque necesitaba ayuda para lavar las sábanas a las tres de la mañana.

Ah, años duros que no extrañaba para nada. Bakugou y Kaminari seguían creyendo de forma muy ingenua e inocente que se había orinado después de alguna película de terror que había visto con su padre.

En fin, gracias a que fue —de forma impactante— bastante precoz en su preadolescencia era que ahora podía estar como si nada admirando a su novio semidesnudo y teniendo sus hormonas bajo control, lo más que podía al menos.

Quiero conocerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora