Quédate, abrázame y duerme.

1.1K 183 151
                                    

—Cuarenta grados.

A Todoroki no le sorprendía en lo absoluto lo que marcaba el termómetro y miro con desaprobación a su novio quien solo giro los ojos en señal de que creía que estaba exagerando.

—Dormiré y se irá —aseguro el cenizo —No es para tanto.

—Te preocupas por casi todos cuando se sienten mal, haz eso también contigo mismo, por favor —pidió el bicolor sentándose en la cama del contrario y pasando una mano por su mejilla caliente y sonrojada —O al menos deja que yo te cuide cuando estés mal.

—Suena más divertido lo segundo —sonrió débilmente el mayor —No te vayas. Acuéstate conmigo.

—Pero tu padre podría...

—Matarte, sí, sí. Estoy enfermo, con cuarenta grados de fiebre, ¿que carajos me harías, eh? Ni él te cree capaz de aprovecharte de mí en este estado —se movió el de ojos rojos hacía un costado de la pared —Así que acuéstate de una vez, Shoto, hazlo. Rápido.

Si de por si contradecir a Bakugou cuando estaba en todos sus sentidos era difícil, enfermo era casi imposible. Para colmo, el de ojos rojos agarró la camisa del más alto y lo tiraba hacia él, con un puchero en los labios que estaba triturando con ganas el corazón del bicolor quien debía pensar en su supervivencia a futuro.

—Si tu padre entra y me ve...

—Le diré que te oblige —lo interrumpió el mayor otra vez — ¡Ya acuéstate!

Shoto suspiró rendido y se acostó al lado del cenizo quien no tardó en usar su brazo derecho como almohada. También se acomodo en su cuello para tener un acceso directo a su colonia y paso un brazo en su cintura para abrazarlo.

—Quiero un cuento, Shoto —demando Katsuki cerrando los ojos y sintiendo satisfacción con su posición elegida —Cuéntame uno para que pueda irme a dormir.

—No me sé ninguno —confesó el bicolor.

—Pues, inventa uno, helado de fresa.

El más alto realmente deseo haberle pedido un consejo o dos a Denki e Izuku antes de intentar lidiar él solo con su novio, ¿cómo podría inventar un cuento cuando no tenía las bases para ninguno?

Vamos, solo sabía de la existencia de la "Cenicienta" porque Ochako les hizo ver a todos una película sobre esa historia. Hasta ahí llegaba su conocimiento sobre cuentos infantiles.

—Shoto, quiero mí cuento —exigió el de ojos rojos, viendo hacía su pareja y con los labios fruncidos — ¿No puedes inventar un cuento para mí?

Esa cara es tan, tan injusta.

Todoroki paso su mano por el cabello cenizo y dejo un beso sobre la frente de su novio, para luego iniciar su relato.

—Hace mucho tiempo, dos príncipes de reinos lejanos se conocieron. Uno de ellos era salvaje, indomable y muy orgulloso. El otro era más tranquilo, erudito y sombrío. Los príncipes se conocieron en un día soleado y apenas sus miradas se encontraron, el príncipe orgulloso le gritó al otro y eso no le gustó al príncipe sombrío, pelearon ese día debido a eso y el príncipe orgulloso ganó.

Bakugou sonrió como si pudiera entender la historia —aunque por la fiebre, solo podía tomarla como algo que de verdad estaba inventando su novio y no otra cosa— que el bicolor le estaba relatando y se acurrucó cómodamente en su pecho para escuchar cómo seguía.

—Pese a ser tranquilo, al príncipe sombrío no le gustaba la derrota y mucho menos ver cómo ese príncipe se regodeaba en ella. Lo detesto y al mismo tiempo, lo encontró fascinante. Pero como no podía entender esos sentimientos, solo siguió luchando con el príncipe orgulloso cada vez que se presentaba la oportunidad. Disfrutando sus pocas victorias y observando a lo lejos lo feliz que parecía el otro príncipe cuando lo derrotaba. Cómo sonreía, como festejaba, como lucía tan feliz cuando ganaba —siguió su cuento el bicolor —Hasta que un día, el príncipe sombrío desapareció de la vista del príncipe orgulloso.

Quiero conocerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora