Quiero conocerte.

Fin de la celebración.

— ¡La comida! —anuncio Mineta — ¡Ya está la comida!

Los adolescentes dejaron de lado el baile ante esas palabras y salieron, de forma bastante rápida y desprolija —según los adultos— al patio, donde un alegre Kaminari repartía unas "brochetas" que consistían en pedazos de carne intercalados con un par de vegetales.

Y un par solo con vegetales a pedido de Sero.

— ¡Esperen, bestias! —reclamo el rubio aterrado cuando todos sus amigos se le vinieron encima — ¡Ei, Mina, coman como personas normales! ¡Uraraka, no le quites la comida a Iida! ¡Oh, por todos los...!

Bakugou encontró sumamente divertido a que por una vez no era él quien estaba gritando molesto a los jóvenes de la clase A. Su hermano menor parecía estar entre medio de la diversión y la desesperación mientras intentaba que sus amigos no se comieran a él también junto con la carne. Midoriya no hacía mucho por ayudar, estaba ocupado riéndose y comiendo.

El cenizo salvó dos de sus brochetas antes de que todos los demás llegarán. Se negaba a quedarse sin comer por culpa de ellos.

— ¡Bien, me rindo! —declaró el de ojos dorados — ¡Tomen lo que quieran!

Denki salió huyendo apenas pudo tomar una última brocheta para él y Hitoshi. Aunque, igualmente ninguno de los dos tenía demasiado apetito, habían estado probando la carne incluso antes de servirla y eso les fue ventajoso notando ahora que la carne en la parrilla iba desapareciendo a una velocidad excepcional.

Katsuki estaba impresionado que con un poco de baile sus compañeros terminaran tan hambrientos pero también le llamo la atención que tanto Eijirou como Mina estaban sonrojados hasta las orejas y se usaban como bastón para evitar caer el suelo mientras se reían. Hanta estaba a su lado, luciendo normal, pero se le escapaban risas indiscretas que delataban lo que le había pasado a aquel trío.

El cenizo se acercó por curiosidad a ellos para ver qué mierda los tendría así y pese a que el aroma no fue muy fuerte, sí sintió un olor agrio venir de ellos.

— ¿Como carajos consiguieron la cerveza? —quiso saber apenas llego a su grupo de amigos. A los cuales ahora podía dar una razón para su comportamiento, estaban embriagados.

— ¡Oh, Blasty! ¿Donde te habías metido? —saludo el pelirrojo con una sonrisa boba — ¡No te encontré por ningún lado!

— ¡Déjalo Kiri, se habrá estado divirtiendo con alguien más! —se rió la femenina, enfatizando sus palabras y moviendo los pies de adelante hacia atrás en un balanceo — ¡Que envidia!

Bakugou rodó los ojos pero no objeto sus palabras. Uno, porque sí había estado con alguien más y Ashido —y quizás todo el que tuviera dos neuronas de por medio— sabía perfectamente que se trataba de Todoroki. Dos, porque realmente se había divertido con él cuando el bicolor se disculpó y luego le mostró un par de fotos de Yuki en la casa de su madre, junto con un mensaje de la misma Rei felicitandolo por su cumpleaños.

Luego de eso, habían vuelto a el dojo para formar parte de la celebración.

— ¿Eh? ¿Con quien estuviste, Blasty? —interrogo perdido Kirishima.

El cenizo bufo, esperando sinceramente esa respuesta por parte de su amigo y la femenina negó con la cabeza en absoluta resignación.

—Solo Kirishima no se da cuenta —soltó un suspiro Sero — ¿Que será de él si Midoriya decide hacer algo? Por favor, Bakugou, dime que tiene esperanzas o que tu hermano lo va a golpear para que entienda su mensaje.

—Tiene nulas esperanzas por ser un completo idiota y que Deku nunca le golpearía, ni para meterle algo tan obvio en su cabeza llena de gel —opinó el cenizo.