Especial : Destino.

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Todoroki Shoto de veintiún años de edad se preguntaba quién sobre la tierra tenía el valor de molestarlo en su día libre.

¡Y cuando dormía abrazado a Bakugou Katsuki!

—Shoto, contesta de una vez ese puto teléfono o te tiró de la jodida cama —amenazo el cenizo ocultando su rostro en el colchón — ¡Contesta!

El bicolor quiso llorar, saco sus brazos de la cintura fina en la cual habían estado acomodados por horas y con mucha, mucha pereza y enojo salió de la cama para ir hasta su mochila. Saco su celular y con bastante molestia contesto.

— ¿Qué?

—Shoto, tienes que venir a casa. Es urgente.

Era su padre. Eso fue quizás lo más raro de todo y lo que tuvo que darle algún indicio al de ojos desiguales de que algo estaba mal. Pero como tenía sueño y estaba molesto por tener que dejar a su novio, solo contesto que estaría ahí pronto.

— ¿Quien era?

Todoroki volteó hacia la voz raposo y gastada que hablo en su dirección. Bakugou estaba abrazando una almohada, bocabajo en la cama y dejando a la vista todas las marcas que le había hecho la noche anterior en sus hombros y espalda. Tenía el corto cabello cenizo despeinado y un par de ojeras producto de sus exámenes universitarios.

Se suponía que pasarían el día juntos, ¿como le explicaba que tenía que irse?

—Hey, cambia esa patética cara. Ya te he dicho una maldita cantidad de veces que me importa una mierda que me dejes plantado, siempre y cuando al final vengas a pasar la noche conmigo o yo vaya para tu casa —gruño el de ojos rojos intuyendo lo que pasaba por la cabeza del más alto —Soy la pareja de una persona jodidamente ocupada. No subestimes mí paciencia, Shoto.

Bakugou siempre parecía hallar la forma de hacerlo sentir mejor. Era casi mágico que con unas cuantas palabras el bicolor pudiera dejar pasar la culpa y acercarse a él para darle un beso bastante apasionado, que era tanto de gratitud como de molestia porque realmente no quería irse de su lado.

—Eres el mejor —susurro contra sus labios una vez se separaron.

—Ya lo sé, tonto helado de fresa —se volvió a acostar en la cama y a taparase con las sábanas —Ve a hacer lo que tengas que hacer. Yo me quedaré aquí y aprovecharé que no estás ocupando mí cama para dormir mejor.

—Anoche no te quejaste de eso.

Katsuki bufo y no contesto, se acurrucó aún más en la sábanas para irse a dormir y Shoto beso su frente para despedirse. Iría a ver qué rayos quería Enji como para molestarlo en su día libre.

Lo que menos pensó en esos momentos fue que su padre no pudiera hacer algo al respecto con eso

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Lo que menos pensó en esos momentos fue que su padre no pudiera hacer algo al respecto con eso.

—Pero tú sigues siendo el líder del clan, ¿por qué quiere hablar conmigo? —cuestiono el menor.

Quiero conocerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora