Bakugou Katsuki cree que hay cosas peores que soportar la ropa sucia tirada en el baño, los lloriqueos a medianoche por parte de un adulto y un adolescente que ven los dramas románticos de los sábados, y los regaños constantes de un hombre con demas...
Cálmate, cálmate. Ya sabías que Midoriya era gay...bueno, lo suponías cuando salía constantemente con ese tipo durante el año anterior, ¡como sea! ¡debes calmarte!
Kirishima se había mojado la cara con agua fría unas dos veces y ahora se estaba mirando frente al espejo del baño para transmitirse toda la calma que pudiera tener su masculino ser.
Pero solo basta con recordar que Midoriya lo consideraba atractivo y todo se venía a abajo.
El chico más dulce, lindo e inteligente en Yuei le consideraba atractivo.
Maldita sea, tenía ganas de bailar en ese pequeño baño. Pero seguía sin entender el motivo de eso.
El pelirrojo gruño, enojado consigo mismo y volvió a mojarse la cara. Debía tomarse seriamente las palabras de Ashido y descubrir porque se sentía de esas maneras cada vez que estaba en presencia del de menor estatura.
Tenía que comportarse como un hombre.
Eijirou se seco el rostro antes de salir del baño y fue hasta donde Izuku le seguía esperando, con su helado ya terminado y una sonrisa algo preocupada cuando se sentó delante suyo.
— ¿Estás bien, Kirishima-kun? ¿No te habrá afectado el calor, verdad? —interrogó viéndole fijamente y buscando signos de malestar.
El pelirrojo sonrió irremediablemente ante la actitud dulce y amable del más bajo.
—Estoy bien, en serio. El calor no me afecta para nada —aseguro — ¿Nos vamos?
—Pero aún no terminaste tu helado —objeto el de ojos esmeralda.
—Oh, me llene —vio hacía su helado que aún no había terminado y luego, hacía su acompañante — ¿Lo quieres?
Kirishima no creyó que los ojos esmeralda de Midoriya pudieran ponerse tan brillantes.
— ¡Sí! ¡Gracias!
El más alto soltó una risa cuando el contrario empezó a comer tan felizmente de su helado y decidió esperar a que terminara para empezar su recorrido.
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Izuku se sentía más tranquilo ahora que tenía la seguridad de que el pelirrojo no estaba molesto con él por usarlo de tapadera ni que le importaban los comentarios que otros pudieran hacer al respecto. Ciertamente, sabía que Eijirou era de confianza pero no quería llegar a incomodarlo si alguien —aparte de sus hermanos, que esa era la idea— malinterpretaba su relación.
Estaba mucho más tranquilo sabiendo que eso al pelirrojo parecía tenerlo sin cuidado.
—Midoriya, ¿que dices de esto? —señalo el pelirrojo hacía una tienda —Blasty me lo comentó un par de veces.
— ¿Alpinismo? —miró el de ojos esmeralda el lugar —Que buena idea, Kirishima-kun, ¡vamos!
El de pecas ni lo pensó cuando tomo la mano del contrario, era un impulso que tenía con sus hermanos y recientemente con Iida o Todoroki cuando quería arrastrarlos hacia algún lado. Con Uraraka no era necesario porque la misma castaña se encargaba de darle la mano e ir con él a todos lados.
